El Comité Disciplinario de la Dimayor ha vuelto a estar en el centro de la controversia tras su reciente decisión de reducir a la mitad la sanción impuesta al Junior de Barranquilla. Esta medida se dio tras los enfrentamientos que tuvieron lugar el pasado 26 de septiembre en el estadio Atanasio Girardot, cuando hinchas del equipo barranquillero y de Atlético Nacional se enfrascaron en una violenta pelea que dejó a varios heridos.
Inicialmente, el comité había sancionado al Junior con el cierre de las tribunas norte y occidental del estadio Metropolitano por seis fechas. Sin embargo, mediante la Resolución No. 080 de 2024, la Dimayor informó que la sanción se redujo a tres fechas, argumentando que se presentaron “elementos objetivos y circunstancias concurrentes” que justificaron la medida, según el artículo 42 del Código Disciplinario Único (CDU) de la Federación Colombiana.
Esta decisión ha desatado críticas en el entorno del fútbol colombiano, especialmente desde el sector de los hinchas y directivos del Atlético Nacional, que se sienten injustamente tratados. A pesar de que informes indicaron que la hinchada visitante fue la que inició los disturbios, el equipo antioqueño se ha visto obligado a jugar su próximo encuentro ante Santa Fe a puerta cerrada, sin que hasta el momento haya recibido un trato similar al de Junior.
El presunto favorecimiento ha levantado voces de descontento que acusan a la Dimayor de falta de equidad en la aplicación de sanciones. La situación pone nuevamente bajo la lupa la gestión disciplinaria en el fútbol colombiano y deja abierta la pregunta de si existen criterios diferentes para sancionar a los equipos.
Mientras el Junior recupera el acceso completo a su estadio y se alista para enfrentar a Millonarios con el respaldo de su público, Nacional deberá recibir a Santa Fe el día lunes a puerta cerrada.