Pasaron dos semanas para que el comité disciplinario de la Dimayor tomara una decisión respecto al acto de los jugadores de Bucaramanga que se taparon la boca en los actos protocolarios en rechazo a la sanción que había sufrido el entrenador Rafael Dudamel y Fabián Sambueza por criticar el arbitraje luego de los errores en el juego Chicó 1 Vs Bucaramanga 1. Este ente, apenas ahora se pronunció y sancionó este viernes con una multa de un millón trescientos mil pesos ($1.300.000) para cada jugador que participó del acto simbólico: Aldair Quintana, Kevin Cuesta, Santiago Jiménez, Fredy Hinestroza, Andrés Ponce , Aldair Gutiérrez, Fabry Castro, Cristian Zapata, Esneyder Mena, Leonardo Flores y Frank Castañeda, los inicialistas del cuadro santandereano en el partido contra Fortaleza.
Tampoco hubo reducción de la sanción de cinco fechas impuesta a Fabián Sambueza por sus críticas al arbitraje en redes sociales: “Un árbitro se puede equivocar porque es un ser humano, pero los burros del VAR no. Nadie los presiona y están sentados mirando las pantallas. No sé qué es peor, si estos brutos o los que enseñaron a manejarlo y a interpretarlo. Hoy nos eliminó la parte oscura del fútbol, la que nadie investiga”, publicó Sambueza en una historia.
La Dimayor parece ser una dictadura dirigida por dirigentes de escritorio que poco conocen de fútbol, más allá de los calendarios mal organizados y eso que tienen 365 días para tomar decisiones.