La situación de Ecopetrol, la principal empresa estatal de Colombia, continúa deteriorándose, suscitando nuevas preocupaciones sobre la estabilidad financiera del país. En el tercer trimestre de 2024, la petrolera reportó utilidades por $3,6 billones, una caída del 28,3 % respecto al mismo período de 2023, según el informe presentado ante la Superintendencia Financiera. Este descenso representa la cuarta baja trimestral consecutiva, lo que agrava el ya desafiante panorama fiscal que enfrenta el país.
Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, destacó que, pese a las circunstancias adversas, la compañía mantiene una producción promedio de 752,000 barriles diarios, la más alta de los últimos nueve años. No obstante, este incremento productivo no ha sido suficiente para contrarrestar los efectos de un entorno global con precios volátiles y desafíos internos. El EBITDA de la compañía se ubicó en $14 billones con un margen del 40 %, cifra que, aunque robusta, refleja una reducción en comparación con años anteriores.
Las ventas totales de la petrolera también evidencian esta tendencia a la baja. En el tercer trimestre, Ecopetrol registró ventas por $34,6 billones, un 1,5 % menos que en 2023. En lo que va del año, el acumulado es de $98,5 billones, reflejando una disminución del 9 % en relación con el mismo período del año anterior. Las ventas en el mercado interno representaron el 41 % del total, disminuyendo un 4,9 %, impulsadas en gran medida por la caída en la demanda de gasolina y gas, que según la empresa responde a factores operativos en campos clave como Cusiana y Guajira.
A nivel internacional, las ventas de Ecopetrol mostraron un leve respiro, aumentando un 16,1 % y representando el 59 % del total de sus ventas. Sin embargo, los resultados no son suficientes para contrarrestar los efectos de una baja en las ventas nacionales y un contexto de precios de crudo menos favorables.
Inquietudes sobre el futuro fiscal y crisis de gobernanza en Ecopetrol
Más allá de los resultados financieros, Ecopetrol ha sido protagonista de controversias que han impactado la confianza en su gobernanza corporativa. Roa, quien fuera gerente de campaña del presidente Gustavo Petro, ha estado envuelto en investigaciones que cuestionan su independencia y transparencia. La calificadora Fitch ha expresado preocupación por la posible injerencia del gobierno en las decisiones de la compañía, poniendo en duda la independencia del consejo directivo de la petrolera. Estas inquietudes se intensificaron tras la renuncia de miembros de la junta directiva, como Juan José Echavarría y Luis Alberto Zuleta, quienes manifestaron su desacuerdo con decisiones estratégicas, como la no ejecución del contrato de exploración con CrownRock.
Nuevas denuncias también han surgido en torno a Cenit, filial de transporte y logística de Ecopetrol, con reportes de reuniones en las que presuntamente se discutió el uso de recursos de la compañía para cubrir compromisos de la campaña presidencial de Petro. En respuesta, Roa aseguró que la empresa investiga estos señalamientos y denunció que ha sido víctima de suplantación.
Reacciones de expertos y perspectivas para 2025
El impacto de la caída en las utilidades de Ecopetrol no se limita a la empresa; también afecta los ingresos públicos, dado que gran parte de las utilidades de Ecopetrol se destinan al financiamiento del presupuesto nacional. Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, advirtió sobre las consecuencias que esta reducción tendrá en la capacidad de financiamiento del Estado para 2025, cuando se esperan menores dividendos y un panorama fiscal más complejo. Cárdenas también alertó sobre la potencial pérdida de confianza de los inversionistas, dada la creciente incertidumbre fiscal, el aumento de la deuda pública y un precio del dólar que superó los $4,500.
Mientras Ecopetrol intenta mantener su desempeño en medio de este difícil contexto, el gobierno enfrenta la urgencia de formular estrategias que aseguren la estabilidad fiscal y refuercen la credibilidad del sistema de gobernanza en la principal empresa del país. La situación de la estatal no solo pone en juego la solidez de sus finanzas, sino también la del país en su conjunto, en un año que se anticipa lleno de retos.