Una fotografía publicada en las cuentas oficiales del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una oleada de reacciones en todo el mundo. La imagen, creada con inteligencia artificial, muestra a Trump sentado en un trono papal, ataviado con las vestiduras del sumo pontífice, como si él mismo fuera el próximo líder de la Iglesia Católica. La publicación ha avivado un intenso debate en redes sociales y medios de comunicación, justo a días de que inicie el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco.
Las opiniones se encuentran profundamente divididas. Por un lado, miles de usuarios han interpretado la imagen como un simple meme, una broma visual más en la era digital. Para otros, en cambio, la fotografía representa una falta de respeto hacia la Iglesia Católica, especialmente en un contexto de duelo tras el reciente fallecimiento de Francisco. La cercanía con el proceso de elección de un nuevo pontífice ha incrementado la sensibilidad de muchos creyentes, quienes consideran inapropiado el uso de la simbología papal para fines ajenos a la fe.
Algunos defensores de Trump han salido al paso de las críticas, argumentando que la imagen no debería ser vista como ofensiva. Señalan que, en términos estrictos, cualquier persona bautizada podría ser elegida Papa, aunque en la práctica siempre se elige a un cardenal desde hace varios siglos. Estos argumentos, sin embargo, no han logrado calmar las voces que acusan al exmandatario de indolencia y oportunismo al publicar la imagen en medio de un momento de luto para millones de fieles católicos.
La controversia no ha pasado desapercibida y refleja una vez más la figura polarizante de Trump. La fotografía, lejos de ser ignorada, ha sumado millones de interacciones en pocas horas, confirmando su poder de convocatoria y provocación. Mientras unos la consideran solo una curiosidad llamativa, otros ven en ella una muestra más de su estilo irreverente y su disposición a situarse en el centro de la polémica, sin importar las fronteras entre lo político, lo religioso y lo simbólico.