La Defensoría del Pueblo encendió las alarmas por un nuevo caso de violencia vicaria en el país, esta vez en Soledad, Atlántico, donde el 6 de diciembre fue asesinada la niña Albeiranis Paola Fontalvo, de 7 años, a manos de su propio padre, Albeiro Fontalvo, quien posteriormente se quitó la vida.
De acuerdo con el comunicado oficial, el crimen ocurrió en un contexto marcado por reiterados episodios de coerción, control y amenazas contra la madre de la menor. Según la Defensoría, el agresor “había amenazado previamente de muerte” a la mujer y utilizaba a la niña como herramienta de presión, llegando incluso a aislarla de su madre en varias ocasiones mediante maniobras relacionadas con la custodia.
El organismo señaló que el padre le decía a la madre: “me voy y me llevo a la niña”, una frase que evidencia la instrumentalización de la menor en medio de la violencia ejercida contra la mujer. El comunicado también advierte que Albeiranis Paola “habría manifestado con anterioridad que no quería estar con su papá”.
La Defensoría catalogó el crimen como un caso de violencia vicaria, una forma de violencia basada en género en la que el agresor ataca a los hijos para causar un daño profundo a la madre. Según la entidad, Albeiranis Paola habría sido asesinada para infligir dolor a su madre, quien ya venía siendo amenazada de feminicidio como mecanismo de presión para forzarla a retomar la relación sentimental.
“El hecho no era una fatalidad insalvable, pudo prevenirse”, expresó la institución al insistir en la urgencia de fortalecer las medidas de prevención, protección, investigación y sanción frente a las violencias basadas en género.
El comunicado también resalta dos mensajes clave. El primero: “A los niños y niñas hay que escucharles y creerles”, recordando que la menor habría pedido no permanecer bajo el cuidado de su padre. Y el segundo: la necesidad de revisar con especial rigor los casos de custodia cuando existen antecedentes de violencia contra la madre. En estos escenarios, advierte la Defensoría, “es posible —e incluso presumible— que la custodia sea utilizada por el agresor para continuar la violencia”.
Ante este crimen que golpea nuevamente al país, la institución insistió en la urgencia de regular la violencia vicaria y de que todas las autoridades judiciales y administrativas integren el análisis de riesgo en sus decisiones sobre custodia y protección de menores.









