El senador y precandidato presidencial David Luna alertó públicamente sobre lo que califica como una “estrategia deliberada” del presidente Gustavo Petro para forzar una Asamblea Nacional Constituyente. Según Luna, el reciente decreto presidencial que busca convocar una consulta popular no sería un error jurídico, sino parte de una táctica calculada para desestabilizar el sistema institucional del país.
Luna sostiene que el mandatario tiene claro que el decreto será declarado inconstitucional por el Consejo de Estado, y que ese desenlace sería precisamente el objetivo del Ejecutivo: generar un choque entre ramas del poder público para luego denunciar que la Constitución de 1991 “va en contra del pueblo” y proponer una Constituyente como solución política. El senador también advirtió sobre los mensajes del ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, y de otras figuras cercanas al gobierno, que han sugerido la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente “de origen popular”. Este modelo, explicó Luna, implicaría recolectar ocho millones de firmas para respaldar un supuesto mandato ciudadano, con el cual se buscaría evadir la aprobación del Congreso. Según él, se trata de un camino “ilegal e inconstitucional” que ya se plantea de forma abierta.
En su análisis, Luna expresó preocupación por lo que considera un agravamiento intencional de la crisis nacional. Según él, al gobierno no le interesa resolver los problemas de seguridad o estabilidad fiscal, porque necesita el caos como argumento para declarar un eventual estado de excepción. Bajo esa figura jurídica, el Ejecutivo podría suspender derechos fundamentales, aplazar elecciones y gobernar por decreto, todo mientras se construye una Constituyente alineada con los intereses del actual oficialismo.
Finalmente, el congresista recordó que el propio presidente firmó públicamente su compromiso de no convocar una Constituyente, promesa que hoy considera abiertamente traicionada. Para Luna, esta cadena de acciones no constituye una improvisación, sino un proyecto jurídico, político y mediático orientado a socavar la democracia desde dentro.