Un nuevo hecho de violencia se registró en el corregimiento de Robles, zona rural del municipio de Jamundí, Valle del Cauca. Se conoció que en la mañana de este jueves 9 de octubre las disidencias de las FARC lanzaran varios cilindros explosivos contra la estación de Policía del sector.
La información conocida de manera preliminar el ataque dejó al menos cuatro personas heridas y daños materiales en varias viviendas, además de que estos artefactos fueron lanzados desde la parte alta de la montaña hacia el casco urbano del corregimiento, impactando directamente la infraestructura policial y cayendo también sobre algunas casas cercanas.
Por medio de un video se puede ver la destrucción de la infraestructura de los inmuebles, los habitantes reportaron fuertes explosiones y columnas de humo que generaron pánico entre la población.
El ataque dejó heridos y entre ellos civiles uy miembros de la Fuerza Pública, así lo indicaron voceros del Comando de la Policía del Valle del Cauca. Las unidades de emergencia y organismos de socorro llegaron al lugar para evacuar a los lesionados y verificar posibles afectaciones adicionales.
La comunidad permanece atemorizada y confinada en sus viviendas, mientras los uniformados mantienen el control de la zona ante la posibilidad de nuevos hostigamientos.
Como medida preventiva, la Alcaldía de Jamundí suspendió las clases en los colegios del corregimiento y ordenó el cierre temporal del comercio. Los habitantes han denunciado que desde horas de la madrugada se escuchaban ráfagas de fusil y detonaciones provenientes de los alrededores del caserío.
El Ejército Nacional y la Policía Metropolitana de Cali desplegaron unidades en la zona para apoyar las labores de seguridad y patrullaje. Según fuentes institucionales, el ataque habría sido perpetrado por integrantes del Frente Jaime Martínez de las disidencias de las FARC, grupo que opera en los límites entre el Valle del Cauca y el Cauca, bajo el mando de alias “Iván Mordisco”.
Es de indicar que el corregimiento de Robles ha sido escenario de múltiples hostigamientos en los últimos meses, convirtiéndose en uno de los puntos más críticos del conflicto en el suroccidente del país. Las autoridades locales han solicitado refuerzos permanentes de seguridad y presencia militar para proteger a la población civil y evitar nuevos ataques.
Una comisión de la Alcaldía de Jamundí se desplazó hacia la zona para evaluar los daños y coordinar la atención humanitaria a las familias afectadas. Mientras tanto, los organismos de inteligencia trabajan en la recolección de información que permita identificar a los responsables y fortalecer las medidas de seguridad en el municipio.
