El sistema de salud colombiano atraviesa una de las crisis financieras más profundas de los últimos años. Así lo confirmó la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (AFIDRO) en su más reciente informe, en el que alertó que las obligaciones con proveedores y prestadores de servicios superan los $24 billones, una cifra que pone en riesgo la atención médica y la sostenibilidad del sistema.
De acuerdo con el reporte, la cartera del sector farmacéutico alcanzó los $4,2 billones en el segundo trimestre de 2025, de los cuales el 35,3% corresponde a deudas vencidas y cerca de $124 mil millones son considerados incobrables. La entidad gremial advirtió que la morosidad de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) ha roto la cadena de pagos, afectando la entrega oportuna de medicamentos y comprometiendo la estabilidad de clínicas, hospitales y laboratorios.
Entre enero y junio de 2025, un total de 6.084 servicios de salud cerraron operaciones por falta de liquidez, mientras que las quejas de los usuarios aumentaron en un 33% respecto al mismo periodo del año anterior. El informe también señala que la Nueva EPS concentra el 28,5% de la deuda total del sistema, con obligaciones que ascienden a $9,3 billones, lo que ha generado retrasos significativos en los pagos a prestadores, especialmente en regiones apartadas.
AFIDRO subrayó que la crisis no es coyuntural, sino estructural. Entre los principales factores señala la desactualización de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), cuya metodología no refleja el envejecimiento de la población ni el incremento de enfermedades crónicas. Además, la asociación identificó fallas en la trazabilidad de los recursos, fragmentación en el flujo de pagos y falta de transparencia en la gestión del gasto, elementos que agravan la pérdida de liquidez en todos los niveles del sistema.
El informe también advirtió que la informalidad laboral y la desaceleración económica han limitado el recaudo de aportes, reduciendo la inversión en infraestructura y servicios de salud. Como consecuencia, las EPS continúan acumulando deudas, los proveedores restringen la entrega de insumos y los pacientes enfrentan demoras prolongadas en sus tratamientos.
Ante este panorama, AFIDRO planteó una hoja de ruta técnica orientada a la recuperación del sistema. Entre las propuestas figuran la actualización de la UPC, la implementación de mecanismos digitales para la trazabilidad financiera, la diversificación de fuentes de financiación mediante alianzas público-privadas y el fortalecimiento de la corresponsabilidad entre EPS, prestadores y la industria farmacéutica.
El presidente de AFIDRO, Ignacio Gaitán, enfatizó que “el financiamiento es hoy el principal reto estructural del sistema” y que su recuperación solo será posible con acciones coordinadas, decisiones técnicas y soluciones basadas en evidencia.
Finalmente, los hallazgos del informe coinciden con los de la Contraloría General de la República, que advirtió que solo seis EPS cumplen los indicadores financieros mínimos.








