El nuevo capítulo de tensiones entre Colombia y Estados Unidos, generado por Gustavo Petro llevó a que el presidente Donald Trump anunciara la imposición de un arancel del 25% a los productos colombianos exportados a territorio estadounidense desde este lunes, una cifra que aumentará al 50% a partir de la semana siguiente. La medida, motivada por la torpeza de Petro, fue agravada por él mismo cuando anunció que también gravará con un arancel del 50% a los productos importados desde Estados Unidos. Estas decisiones han desencadenado una serie de reacciones inmediatas en diversos sectores de la sociedad y la economía colombiana.
Pánico entre los ciudadanos por alza en el consumo
El anuncio generó alarma en la ciudadanaía que anticipa un aumento en el precio del dólar y una posible inflación en los productos importados. Durante el fin de semana, grandes superficies extranjeras que comercializan bienes de Estados Unidos, reportaron un incremento significativo en las compras. Muchos colombianos adquirieron artículos en mayores cantidades, temiendo un alza en los precios o la escasez de ciertos productos en las próximas semanas.
Por otro lado, quienes tienen deudas de consumo en dólares han adelantado pagos, buscando protegerse de una posible depreciación del peso frente a la moneda estadounidense. Asimismo, varios ciudadanos con cuentas en dólares realizaron transferencias para beneficiarse de la tasa de cambio del viernes, antes de un posible repunte en los próximas horas.
Empresarios en alerta: impacto en sectores clave
Los sectores productivos más afectados, como flores, café, aguacate Hass, banano y lácteos, han reaccionado con preocupación ante el anuncio de los nuevos aranceles. Empresarios de estos gremios han convocado reuniones de emergencia para evaluar el impacto económico que estas medidas tendrán en sus exportaciones, especialmente en el mercado estadounidense, uno de los más importantes, pues significa el 46% de las exportaciones de Colombia.
“Son miles de empleos que dependen de nuestras exportaciones a Estados Unidos. Si estos aranceles se mantienen, veremos una caída en las ventas y un efecto negativo en las comunidades rurales que dependen de estos sectores”, advirtió un representante del gremio cafetero.
Además, la respuesta de Petro, que incluye un incremento del 50% en los aranceles a productos estadounidenses, podría complicar aún más la situación. Empresas que dependen de insumos importados temen que estos aumentos repercutan en sus costos de producción, lo que a su vez afectará los precios finales para los consumidores.
Acciones regionales y críticas al Gobierno
En el ámbito regional, por ejemplo, el gobernador de Antioquia ha convocado a los gremios y empresarios para analizar el impacto local de estas decisiones y diseñar estrategias para mitigar las afectaciones económicas. “Necesitamos actuar con rapidez y creatividad para proteger a nuestra región de esta tormenta comercial” expresó una fuente cercana al gobernador.
Sin embargo, las críticas hacia el presidente Petro no se han hecho esperar. Algunos analistas y políticos lo acusan de haber respondido de manera precipitada y egocéntrica, agravando una situación, de por sí, ya delicada. “Este no es un momento para medir fuerzas, sino para buscar soluciones diplomáticas que protejan los intereses del país”, señala un economista consultado.
Expectativa ante los mercados
Con el inicio de la semana, el mercado financiero estará en el centro de atención, pues se espera que el dólar experimente una volatilidad significativa. Mientras tanto, los ciudadanos y empresarios estarán atentos a las estrategias que el gobierno colombiano proponga para enfrentar esta crisis comercial.
La tensión entre ambos países plantea un escenario incierto para la economía nacional, que es a viene debilitada, con efectos que podrían sentirse a corto y mediano plazo, tanto en la producción como en el consumo y el empleo. Colombia enfrenta ahora el reto de sortear una de las mayores tensiones comerciales con su principal socio económico en los últimos años, por lo que ha sido calificado como una torpeza presidencial.