El Consejo Gremial Nacional manifestó este viernes su firme rechazo al atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido en la localidad de Fontibón, en Bogotá, mientras participaba en un acto proselitista. La entidad calificó el ataque como un grave atentado no solo contra la vida de un líder político, sino también contra el ejercicio democrático y las libertades políticas en Colombia.
A través de un comunicado, el gremio empresarial expresó su profunda preocupación por lo sucedido y advirtió sobre el impacto que hechos como este tienen en la estabilidad institucional del país. “Este tipo de violencia representa una amenaza directa a la democracia y al derecho de los ciudadanos a participar en política libremente”, señaló el Consejo Gremial, que agrupa a las principales asociaciones económicas del país.
La organización hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales para reforzar las medidas de seguridad para todos los aspirantes presidenciales, sin distinción de partido o ideología. Destacó la importancia de crear condiciones que permitan desarrollar campañas en un ambiente seguro, donde se garantice el ejercicio pleno de los derechos políticos.
En el mismo pronunciamiento, el Consejo criticó con dureza el lenguaje utilizado por el presidente Gustavo Petro en diferentes intervenciones públicas. Según el gremio, “los discursos ofensivos, violentos y polarizantes” promovidos desde la Casa de Nariño han contribuido a crear un clima de intolerancia y división, que hoy pone en riesgo la convivencia y la estabilidad democrática.
“Es indispensable que los líderes políticos actúen con responsabilidad, fomenten el respeto y trabajen por preservar la concordia entre los colombianos”, señaló el comunicado, que también reiteró la solidaridad del sector empresarial con Miguel Uribe, su familia, equipo de campaña y seguidores, al tiempo que expresó el deseo de una pronta recuperación del dirigente político.
El Consejo Gremial finalizó su mensaje reafirmando su compromiso con la defensa de la institucionalidad, el respeto por la vida y la promoción de una cultura política basada en el debate de ideas y no en la agresión.
