El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebrará este domingo 10 de agosto una sesión extraordinaria para discutir la decisión del gobierno de Israel de tomar el control de Ciudad de Gaza.
La reunión, programada para las 10:00 (14:00 GMT), será presidida por el mandatario panameño José Raúl Mulino, cuyo país ejerce la presidencia rotativa del organismo.
La convocatoria fue solicitada por Dinamarca, Francia, Grecia, Eslovenia y Reino Unido, en respuesta a lo que denominaron una “creciente preocupación” por la expansión de las operaciones militares en Gaza. El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que la medida representa una “peligrosa escalada”.
El plan, aprobado por el gabinete israelí y anunciado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, contempla que el ejército ocupe la principal ciudad del enclave para derrotar a Hamas, liberar a los rehenes y asumir temporalmente la seguridad, antes de transferir la administración a una autoridad civil no vinculada a Hamas ni a la Autoridad Palestina. También prevé la desmilitarización de la Franja y la distribución de ayuda humanitaria fuera de las zonas de combate.
El representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, declaró que la ofensiva contradice la posición de la comunidad internacional y advirtió que Estados Unidos podría utilizar su veto para impedir sanciones contra Israel. La misión estadounidense no emitió comentarios previos al encuentro.
El embajador israelí, Danny Danon, afirmó que el objetivo es garantizar la seguridad de la población y lograr la liberación de todos los rehenes.
El canciller alemán, Friedrich Merz, cuestionó que el plan no precise cómo se lograrán sus objetivos y anunció la suspensión de exportaciones de material militar que pueda ser utilizado en Gaza.
Países Bajos canceló entregas navales a Israel por considerar que existe riesgo de uso contra Gaza. Bélgica convocó a la embajadora israelí para manifestar su oposición y exigir que se revierta la decisión.
En España, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pidió un alto el fuego permanente, la liberación de rehenes y la entrada de ayuda humanitaria. El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, consideró que la medida incrementará la violencia y señaló que Londres mantiene la posibilidad de reconocer al Estado palestino en la ONU si no hay avances hacia un acuerdo de paz.