El rector de la Universidad Nacional, Leopoldo Múnera, tendrá que dejar el cargo luego de que la Sección Quinta del Consejo de Estado declarara nula su elección.
La decisión del alto tribunal, emitida en única instancia, invalidó la resolución que lo había designado como cabeza de la institución, argumentando que el procedimiento que lo llevó al cargo no cumplió con las exigencias legales.
Según el fallo, la primera elección realizada el 21 de marzo de 2024, en la que el Consejo Superior Universitario (CSU) nombró a José Ismael Peña Reyes como rector, sí se ajustó al marco jurídico.
Los magistrados señalaron que el CSU aplicó de manera indebida el artículo 41 del Código de Procedimiento Administrativo, una norma que permite corregir errores en trámites administrativos solo antes de que se expida el acto definitivo. Para el Consejo de Estado, el órgano tomó decisiones sin competencia al intentar revocar la designación inicial con base en una supuesta irregularidad.

El tribunal determinó que únicamente los jueces podían revisar si el nombramiento de Peña cumplía con los requisitos legales y, de ser necesario, anularlo. Al intervenir sin esa facultad, el CSU desconoció la presunción de legalidad que acompaña a los actos administrativos, incluidos los de elección o nombramiento.
Esta consideración, según la sentencia, afecta directamente la posterior designación de Leopoldo Múnera, lo que permitió acreditar las causales de nulidad señaladas en las demandas.
Los hechos que dieron origen a las disputas legales se remontan a marzo de 2024, cuando la comunidad universitaria participó en una consulta electrónica que definió los nombres que serían presentados ante el CSU.
En ese ejercicio, Múnera obtuvo el 34% de los votos, mientras que José Ismael Peña alcanzó poco más del 8%. A pesar de ese resultado, Peña fue elegido por el Consejo mediante la aplicación del método Borda, un sistema de asignación de puntos por preferencia utilizado por primera vez en este proceso.
La elección generó rechazo entre grupos estudiantiles, que convocaron protestas solicitando la revisión del nombramiento. Posteriormente, ocurrió una reorganización en la composición del Consejo Superior Universitario y, tras una votación en bloque de varios de sus integrantes, incluidos delegados del Gobierno, el representante estudiantil y el exrector Víctor Moncayo, se designó a Leopoldo Múnera como rector.
Con el fallo del Consejo de Estado, ese proceso queda sin validez y se ratifica la legalidad del nombramiento original de Peña. La sentencia establece que la revisión de actos administrativos de elección corresponde exclusivamente a la autoridad judicial competente.
La decisión implica que la Universidad Nacional tendrá que ajustar su dirección conforme a lo dictado por el alto tribunal, mientras continúan en trámite otras acciones relacionadas con este proceso electoral interno.






