El Consejo de Estado admitió una demanda contra el nombramiento de Cielo Rusinque como superintendente de Industria y Comercio, señalando presuntas irregularidades en el proceso. Aunque el alto tribunal aceptó estudiar el caso, rechazó la medida cautelar que pedía apartarla de forma inmediata del cargo.
El demandante sostiene que el presidente Gustavo Petro declaró insubsistente el nombramiento de María Socorro Pimienta Corbacho y, el mismo día, encargó a otra persona en el cargo.
Posteriormente, se designó a Rusinque sin que se ordenara la terminación del encargo ni se consideraran las observaciones ciudadanas presentadas durante la invitación pública.
Además, la demanda señala que Rusinque no cumpliría con los requisitos exigidos para ocupar la Superintendencia. En particular, se cuestiona si cuenta con la experiencia profesional requerida.
“La hoja de vida de la demandada, publicada para que la ciudadanía manifestara sus observaciones, solo señala que cursó posgrados en derecho constitucional o ciencias políticas y carece de información precisa que permita determinar si la accionada cuenta con mínimo diez años de experiencia profesional, o como docente, en temas relacionados con las funciones asignadas al cargo en el que fue nombrada”, expone la demanda.
El Consejo de Estado decidió estudiar la demanda, pero no concedió la medida cautelar solicitada para remover de inmediato a Rusinque del cargo.
“Proceda, por favor, su señoría a suspender provisionalmente el acto subjudice y las funciones del empleo de libre nombramiento y remoción de Grado 25, código 0030 de la Superintendencia de Industria y Comercio las ejerza mientras tanto María del Socorro Pimienta Corbacho o, en su defecto, María Paula Belén Arenas Quijano de llegar a no quererlo hacer la otra”, se lee en la decisión del alto tribunal.
Rusinque defendió su nombramiento, argumentando que, al tratarse de un cargo de libre nombramiento y remoción, su designación no estaba condicionada a las observaciones ciudadanas. Además, señaló que su nombramiento en propiedad puso fin al encargo anterior, el cual era de carácter temporal.
“El encargo de María Paula Belén Arenas Quijano, en el empleo de superintendente de Industria y Comercio, no se previó con un término de duración. Por tanto, podía culminar en cualquier momento, antes de los tres meses, como, en efecto, ocurrió”, afirmó Rusinque.
El proceso sigue su curso en el Consejo de Estado, mientras la actual superintendente continúa en el cargo a la espera de una decisión definitiva.
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