Desde este 20 de junio, el Congreso de la República entró en su receso legislativo tras concluir el segundo período de sesiones ordinarias correspondiente a la legislatura en curso.
La pausa se extenderá hasta el próximo 20 de julio, fecha en la que se instalará un nuevo período, dando inicio a una nueva legislatura conforme lo establece la Constitución Política.
De acuerdo con el artículo 138 de la Carta Magna, el Congreso se reúne en sesiones ordinarias en dos períodos por año: el primero se extiende del 20 de julio al 16 de diciembre y el segundo del 16 de marzo al 20 de junio. Estos dos ciclos conforman una legislatura anual.
Durante el receso, tanto Senado como Cámara de Representantes suspenden sus sesiones ordinarias, aunque la ley contempla la posibilidad de sesiones extraordinarias. Estas pueden ser convocadas únicamente por el Gobierno Nacional y deben limitarse a los temas que el Ejecutivo remita formalmente para su estudio. La misma Constitución indica que durante estas sesiones también puede ejercerse la función de control político en cualquier momento.
En relación con los días de receso, la normativa establece dos períodos específicos: uno a mitad de año, entre el 20 de junio y el 20 de julio, y otro al final del año, que va del 16 de diciembre al 15 de febrero. Estos lapsos están reglamentados por ley y no dependen de decisiones internas de las mesas directivas de las cámaras.
En caso de que el Congreso no pueda reunirse en las fechas señaladas por causas extraordinarias, el artículo 138 también prevé que tendrá que hacerlo tan pronto como sea posible dentro del período correspondiente.
Las sesiones extraordinarias, si se programan durante días festivos, deben limitarse estrictamente a los asuntos definidos en la convocatoria. Si no se cumple esta condición, se estaría incurriendo en una violación del marco legal, y los honorarios de los congresistas tendrían que ajustarse según los tiempos adicionales dedicados.
El nuevo período legislativo iniciará con la instalación de una nueva legislatura, la elección de mesas directivas y la reactivación del debate de proyectos de ley pendientes y nuevas iniciativas.
