En una decisión respaldada por mayoría en el Concejo de Medellín, el politólogo argentino Agustín Laje recibió este 7 de mayo el reconocimiento Juan del Corral en Nota de Estilo, una de las distinciones más importantes de la ciudad. La iniciativa fue presentada por el concejal Andrés Felipe Rodríguez, conocido como «El Gury», y contó con el apoyo de otros seis cabildantes: Sebastián López, Santiago Narváez, Brisvani Arenas, Leticia Orrego, Claudia Carrasquilla y Luis Guillermo Vélez.
Laje, autor de obras como El libro negro de la nueva izquierda, se ha posicionado en los últimos años como una de las voces más influyentes en el debate político y cultural de Iberoamérica. Su crítica al progresismo contemporáneo y, en particular, a la ideología de género y al feminismo de cuarta ola, lo han convertido en una figura controversial, admirada por unos y cuestionada por otros.
Para el concejal Rodríguez, este homenaje responde a la necesidad de reivindicar la libertad de expresión y la posibilidad de disentir de las corrientes hegemónicas sin ser censurado o estigmatizado.
Durante el debate en el recinto, el concejal del Pacto Histórico, José Luis Marín, único voto en contra, solicitó que la proposición fuera sometida a votación nominal. Pese a su intención de abrir un nuevo foco de controversia, la mayoría de los concejales presentes respaldaron la iniciativa.
Laje ha sido una figura marginada por sectores mediáticos y académicos en varios países, incluidos Argentina, Colombia y España. Sin embargo, su influencia ha crecido a través de redes sociales y escenarios alternativos de difusión, especialmente a partir de 2020, cuando el contexto de la pandemia generó nuevas discusiones sobre libertad individual y control estatal.
El autor argentino compartió el acto con líderes locales que han cuestionado el avance del llamado «socialismo del siglo XXI», entre ellos el concejal Rodríguez, quien ha hecho oposición al exalcalde Daniel Quintero y a las agendas progresistas desde el cabildo.
«Si Antioquia resiste, Colombia se salva», expresó Rodríguez, al señalar que Medellín se convierte en símbolo de una contracorriente que busca defender el pensamiento crítico frente a lo que considera imposiciones ideológicas.