La reforma con la que el Gobierno nacional esperaba obtener 16 billones de pesos para el presupuesto de 2026 fue archivada luego de la votación en la Comisión Cuarta del Senado.
Con un resultado de nueve votos por el No y cuatro por el Sí, la ponencia positiva fue rechazada, lo que cerró el trámite legislativo del proyecto, conocido como ley de financiamiento o reforma tributaria.
La iniciativa presentada por el Ejecutivo buscaba cubrir un faltante fiscal estimado en 16,3 billones de pesos. El proyecto había sido radicado ante las comisiones económicas, donde se esperaba avanzar en su discusión. Sin embargo, la negativa registrada en el Senado dejó sin posibilidades de recuperación la propuesta, ya que la decisión de una sola comisión era suficiente para archivarla de manera definitiva dentro del periodo legislativo actual.
La jornada estuvo marcada por señalamientos sobre el manejo del debate. Horas antes de la votación, desde sectores de la oposición se advirtieron posibles dilaciones en el trámite. El senador Mauricio Gómez Amín sostuvo que se estaría buscando extender la discusión hasta mediados de diciembre, afirmando que esa estrategia permitiría posteriormente justificar un decreto de emergencia económica.
Según lo expresado, el oficialismo no contaría con los votos necesarios para aprobar la ponencia en las comisiones conjuntas, lo que habría llevado a prolongar el proceso.
El senador Ciro Ramírez apoyó esta lectura del escenario legislativo. Señaló que las votaciones previas ya mostraban un ambiente adverso al proyecto y recordó una decisión reciente de once votos contra tres, que anticipaba el desenlace.
Ramírez cuestionó al Ejecutivo por la intención de recaudar recursos adicionales y atribuyó la insistencia en la iniciativa a propósitos asociados al próximo año político. La oposición reiteró que su actuación busca evitar aumentos de carga fiscal para la ciudadanía.
Durante la discusión, Gómez Amín señaló irregularidades en la conducción del debate. Indicó que se habrían registrado episodios en los que funcionarios del Gobierno influían en la orientación de la sesión. Sostuvo que, aunque la intervención de gobiernos en discusiones económicas no es nueva, el proceso actual mostraba prácticas que consideró impropias, especialmente en lo relacionado con la votación y la continuidad del quórum. Ramírez agregó que se habrían realizado esfuerzos para retirar congresistas de la sala y modificar así el desarrollo de la sesión.
Con el archivo de la iniciativa, el Gobierno tendrá que presentar alternativas para ajustar el presupuesto del próximo año. El Ministerio de Hacienda ahora debe evaluar nuevas opciones a partir de enero, una vez iniciado el periodo legislativo correspondiente, con el fin de definir mecanismos que permitan cubrir el faltante fiscal identificado por el Ejecutivo.
