Hoy, miles de colombianos salieron a las calles en diversas ciudades del país para manifestarse en contra de las controvertidas propuestas del gobierno de Gustavo Petro, que, según los manifestantes, buscan interferir en la autoridad de los padres y la crianza de sus hijos. En un clamor ciudadano que resonó en Medellín, Bogotá, Cali y muchas otras ciudades, las marchas llevaban un mensaje claro: “¡No te metas con los niños!”
Las marchas fueron una respuesta directa a las iniciativas que el gobierno ha promovido en las últimas semanas, utilizando instituciones como el Ministerio de Igualdad, el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud. Los manifestantes denunciaron que estas entidades estarían impulsando una “aberrante agenda” para intervenir en temas sensibles relacionados con los derechos de los menores de edad, sin la participación o consentimiento de sus padres.
Entre los principales puntos de indignación se destacan los intentos del gobierno de facilitar cambios de género en menores de edad, así como proyectos de ley que permitirían a los jóvenes abortar sin la intervención de sus padres. Los manifestantes también señalaron como inaceptables los esfuerzos del gobierno para otorgar mayor libertad a los menores en temas de sexualidad, incluso en situaciones que involucrarían a adultos.
Una de las propuestas más polémicas y que desató la mayor indignación fue la relacionada con una reforma judicial que, según los opositores, busca flexibilizar las penas para los violadores de menores de edad. Esta reforma ha sido vinculada a la protección de miembros de las extintas FARC, hoy reincorporados como parte del partido Comunes, quienes enfrentan investigaciones en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por abusos cometidos contra menores de edad durante el conflicto armado.
Las protestas de hoy no fueron solo un acto de resistencia de grupos religiosos, aunque algunos movimientos de ese tipo participaron. El reclamo principal fue ciudadano, liderado por padres de familia que rechazan cualquier intento del Estado de intervenir en la crianza y los valores de sus hijos. El mensaje de los manifestantes fue contundente: el Estado no tiene derecho a imponer su agenda sobre los niños y niñas de Colombia, ni mucho menos a debilitar la autoridad de los padres.
Estas marchas masivas reflejan el creciente descontento con las políticas del gobierno de Petro en torno a temas de familia y derechos de los menores. Los ciudadanos dejaron claro que están dispuestos a luchar por la protección de sus hijos y por el respeto a la institución familiar como base de la sociedad.
El gobierno recibió el rechazo contundente con estas multitudinarias manifestaciones. El mensaje de la ciudadanía fue inconfundible: la defensa de los niños es innegociable.
