El más reciente informe del Ministerio de Defensa revela un panorama contrastante en la lucha contra el narcotráfico en Colombia. Por un lado, la erradicación de cultivos de coca cayó a su nivel más bajo en una década, mientras que las incautaciones de cocaína alcanzaron cifras históricas en lo que va de 2024.
Entre enero y octubre de 2024, Colombia logró erradicar apenas 6.096 hectáreas de cultivos de coca, según los Indicadores de Seguridad y Resultados Operacionales del Ministerio de Defensa. Esta cifra representa una disminución del 60% en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando se erradicaron 15.419 hectáreas.
El retroceso es evidente al observar las cifras históricas. La erradicación en 2024 es la más baja registrada para este periodo en los últimos diez años. La única cifra comparable se dio en 2014, cuando se erradicaron 8.707 hectáreas.
En contraste, 2020 marcó un hito con 101.676 hectáreas eliminadas, una diferencia abismal que deja en evidencia la magnitud del declive actual.
Octubre fue uno de los meses más «productivos» en términos de erradicación, con 1.591 hectáreas, aunque esta cifra también quedó por debajo de las 2.088 hectáreas alcanzadas en el mismo mes de 2023. Sin embargo, enero de 2024 fue particularmente crítico, ya que no se erradicó ni una sola hectárea de coca en todo el país.
Récord en incautaciones de cocaína: un punto brillante
En contraste con la caída en la erradicación, las autoridades han logrado incautar 772,4 toneladas de cocaína entre enero y octubre de 2024, un incremento del 21% en comparación con las 637,4 toneladas incautadas en el mismo periodo de 2023. Este es el volumen más alto de incautación registrado en los últimos diez años.
El mes más exitoso en términos de decomisos fue marzo, cuando las Fuerzas Militares y la Policía lograron confiscar 111 toneladas de cocaína listas para distribución. Además, la cifra acumulada de 2024 ya supera el total alcanzado en todo 2023, que fue de 746,3 toneladas.
Estos resultados dejan al descubierto una estrategia fragmentada en la lucha contra el narcotráfico en Colombia. Mientras que las autoridades han mejorado notablemente su capacidad para interceptar cargamentos de cocaína, la erradicación de cultivos, una de las principales herramientas para atacar la raíz del problema, se encuentra en mínimos históricos.
La reducción en la erradicación de cultivos podría estar relacionada con cambios en las políticas gubernamentales que han priorizado enfoques más integrales frente al problema de las drogas.
Con estas cifras en mano, queda claro que Colombia enfrenta un complejo desafío en su lucha contra el narcotráfico, donde los avances en un frente no logran compensar las fallas en otro, perpetuando la amenaza que representa este flagelo para la seguridad nacional y la estabilidad regional.
