Colombia cerraría 2025 con un crecimiento económico de 2,6 %, ubicándose 0,4 puntos porcentuales por encima del promedio de Latinoamérica, de acuerdo con las proyecciones presentadas en un encuentro económico organizado por Solunion Colombia. Para 2026, el país alcanzaría una expansión estimada de 2,8 %, también medio punto porcentual por encima de la media regional.
Las cifras fueron expuestas por Luca Moneta, Senior Economist for Emerging Markets & Country Risk de Allianz Trade, uno de los accionistas de Solunion. Durante su presentación, el economista ofreció un análisis del contexto regional y nacional, en el que situó las previsiones de crecimiento de Colombia en +2,6 % para 2025, reiterando que el dato se encuentra 0,4 puntos por encima del promedio latinoamericano.
Moneta señaló que la región enfrenta un escenario de incertidumbre sistémica que no se limita a temas arancelarios. Explicó que este contexto afecta directamente los sectores productivos, el comercio y la inversión. Para Latinoamérica, estimó una desaceleración asociada al menor dinamismo de economías como México y Brasil, un entorno externo más débil y una mayor percepción de riesgo. A esto se suma una exposición financiera más alta y un incremento en los costos, en un marco de tasas de interés elevadas y volatilidad cambiaria. Indicó que, pese a ello, varias monedas latinoamericanas —incluido el peso colombiano— han mostrado recuperación frente al dólar.
En el caso de Colombia, Moneta indicó que el crecimiento está impulsado principalmente por el consumo privado, que representa cerca del 77 % del PIB. Sin embargo, destacó que la informalidad continúa siendo alta y que la deuda pública condiciona decisiones de largo plazo del gobierno actual y del próximo. Añadió que a las señales de sobrecalentamiento se suman factores como riesgos de seguridad e incertidumbre electoral, que podrían tener efectos sobre la logística y la percepción de los inversionistas.
Moneta también analizó posibles impactos derivados de aumentos arancelarios en Estados Unidos, destino de más de una tercera parte de las exportaciones colombianas. Señaló que dichos incrementos podrían recortar cerca de 0,6 puntos porcentuales del crecimiento del PIB en 2026. Según sus previsiones, el país crecería 2,8 % en ese año, medio punto por encima del promedio regional.
En materia inflacionaria, recordó que en septiembre la cifra en Colombia se ubicó en 5,10 %, lo que incidió en el poder adquisitivo de los hogares y en decisiones de inversión. Agregó que aspectos como las condiciones de financiamiento, la política monetaria, las elecciones y el nivel de confianza serán determinantes en el comportamiento económico de los próximos meses.
A nivel regional, Moneta afirmó que los precios bajos de materias primas y políticas fiscales más restrictivas podrían limitar el crecimiento de economías como Brasil, Chile y Colombia. Sumó riesgos fiscales, inseguridad y presencia de actores no estatales, factores que generan complejidades para el comercio y la inversión.
En su análisis final, el economista señaló que uno de los retos principales para el país será sostener la confianza de los mercados en medio de un déficit fiscal estimado entre 7,5 % y 8 % del PIB. También mencionó que la balanza comercial continúa mostrando más importaciones que exportaciones. Indicó que el desempeño del sector agrícola y el aumento de exportaciones hacia destinos como Canadá evidencian la posibilidad de adaptación a variaciones en la demanda global.




