El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que el gobierno colombiano comenzará a exigir visa a los ciudadanos británicos que deseen visitar el país, en una medida de reciprocidad tras la decisión del Reino Unido de restablecer la visa para los colombianos.
A través de un mensaje en X, Petro afirmó que la acción británica no quedaría sin respuesta. “Si el Reino Unido ha restablecido la necesidad de visas para el pueblo colombiano, tengo que decir que, por el principio de la reciprocidad, el gobierno colombiano pedirá visas a los y las ciudadanas británicas que quieran venir a Colombia”, expresó el mandatario.
La medida adoptada por el Reino Unido responde a un incremento significativo en los casos de migración irregular, especialmente a través de solicitudes de asilo, que han puesto a prueba el sistema migratorio británico.
George Hodgson, embajador del Reino Unido en Colombia, explicó que la decisión fue difícil, pero necesaria. «La seguridad migratoria y fronteriza es una prioridad. Los abusos del sistema por una pequeña minoría provocaron que nuestros ministros tomaran esta decisión», señaló Hodgson.
El Reino Unido enfrenta una crisis migratoria alarmante, con cerca de 700,000 inmigrantes llegando anualmente, lo que ha obligado al gobierno británico a implementar políticas más estrictas. En particular, la ley británica obliga a atender a quienes solicitan asilo, proporcionándoles alojamiento, comida y un estipendio mientras se verifica su caso.
Sin embargo, el aumento de solicitudes de asilo por parte de colombianos ha sido un factor clave para el regreso de la visa. En 2021, solo seis colombianos solicitaron asilo en el Reino Unido, pero en lo que va de 2023 ya se han contabilizado 943 solicitudes, lo que ha desbordado los recursos del sistema.
Roy Barreras, embajador en Reino Unido se refirió a la decisión como un caso de «dimos papaya», aludiendo a que una minoría abusó de las facilidades para ingresar al Reino Unido y que este abuso perjudicó a la mayoría de los colombianos.
“Una minoría abusó de la facilidad y perjudicó a la mayoría”, afirmó Barreras, destacando que la respuesta de las autoridades británicas no fue fácil, pero necesaria para frenar el abuso de los sistemas de asilo.
A pesar de las campañas de sensibilización implementadas por la diplomacia colombiana, que incluyeron cuñas radiales y campañas digitales en regiones como el Eje Cafetero y el Norte del Valle, los esfuerzos no fueron suficientes para frenar la proliferación de “kits de asilo” comercializados por mafias. Barreras destacó que la colaboración con la Fiscalía para identificar estas redes no dio los resultados esperados.
Con la decisión del gobierno colombiano de exigir visa a los británicos, se marca un giro importante en las relaciones migratorias entre ambos países. La medida es vista como un acto de presión, buscando equilibrar las cargas migratorias y de asilo entre las naciones, aunque también refleja la creciente tensión en torno a la gestión de la migración irregular a nivel global.