En una noche cargada de nostalgia y con un sabor agridulce para el periodismo nacional, el icónico noticiero CM& emitirá esta noche su última edición en la televisión colombiana. Este cierre no solo marca el final de uno de los programas informativos más longevos y respetados del país, sino que también simboliza el fin de una era de pluralidad informativa que se remonta a la década de los 90, cuando el entonces presidente César Gaviria impulsó una política de apertura mediática que permitió a Colombia conocer, desde diferentes perspectivas, la realidad del país.
El nacimiento de una pluralidad informativa
CM& fue uno de los diez noticieros nacidos durante el periodo de expansión televisiva promovido por el presidente Gaviria, cuyo gobierno buscó diversificar las voces en la televisión pública. En esa época, Colombia vivía un período de transformación y el mandato de Gaviria apuntaba a democratizar el acceso a la información, ofreciendo al público la posibilidad de consumir noticias desde distintos enfoques ideológicos y políticos. Así, en el año 1992, CM& se lanzó al aire en el Canal Uno, sumándose a una parrilla informativa compartida con otros espacios que marcaban el pulso noticioso de aquellos años: Telenoticiero del Medio Día, Noticiero de las 7, 24 Horas, QAP, AM/PM, Criptón, y NTC Noticias, entre otros.
Esta pluralidad trajo consigo una revolución en la televisión colombiana. Las franjas informativas se extendían a lo largo del día en horarios específicos, al mediodía, la tarde y la noche, ofreciendo al televidente diversas perspectivas sobre los mismos acontecimientos en donde los noticieros concesionados tenían cabida a visiones liberales, conservadoras, centro y de izquierda. Sin embargo, el tiempo fue implacable con la mayoría de estos espacios, y a lo largo de los años, todos ellos fueron desapareciendo, dejando a CM& como el último sobreviviente de aquella época dorada de la televisión pública.
CM&: Luchando contra las cadenas privadas
A diferencia de sus compañeros de parrilla que ya no lograron sostenerse ante los retos económicos y la presión competitiva, CM& se mantuvo al aire durante más de tres décadas, sobreviviendo a múltiples cambios en el modelo de concesión del Canal Uno. Fue un noticiero que supo adaptarse y resistir, incluso cuando llegaron las grandes cadenas privadas como Caracol TV y RCN en 1998, lo que reconfiguró por completo el panorama mediático. Desde entonces, CM& libró una constante batalla por la audiencia, ofreciendo contenidos informativos distintos y enfocándose en análisis profundos que contrastaban con el ritmo de la televisión comercial y librando también la batalla del mundo digital.
El noticiero, que se emitía desde el Canal Uno, compitió día tras día por un porcentaje del share y el rating de audiencia, enfrentándose a producciones de mayor presupuesto y alcance, lo que no fue un obstáculo para que CM& mantuviera una identidad única: era una ventana para las voces alternativas, con un enfoque crítico y un formato de análisis que lo distinguía de los demás noticieros.
Yamid Amat y su legado
Detrás de este titánico esfuerzo, se encontraba el experimentado periodista Yamid Amat, quien ha sido una figura fundamental en el periodismo colombiano desde hace décadas. Amat, de 82 años, no solo dirigió CM&; lo transformó en un espacio de análisis y reflexión, aportando su sello personal, una combinación de rigor informativo y la habilidad para abordar temas complejos de forma accesible y directa. Con “Pregunta Yamid”, su espacio de entrevistas, Amat logró una cercanía con el público que pocos periodistas han alcanzado en la historia de la televisión en Colombia, abordando temas de alta sensibilidad y entrevistando a las personalidades más influyentes del país.
Con la última edición de CM&, Yamid Amat se despide también de las cámaras, poniendo fin a una trayectoria de más de cinco décadas que abarcó desde el periodismo escrito, hasta la radio y la televisión. Su influencia en la opinión pública ha sido fundamental en tiempos de cambio, y su voz, una referencia para entender el acontecer político y social del país.
La salida de CM&: Implicaciones para el medio periodístico
El cierre de CM& no es solo el fin de un programa informativo, sino el adiós a un equipo de más de 220 personas que durante años hicieron posible la producción y emisión de noticias, análisis y entrevistas. Periodistas, presentadores, camarógrafos, editores, productores, asistentes, conductores, ingenieros y administrativos, todos ellos fueron parte fundamental de este proyecto. Con la salida de Yamid Amat, también se cierra un espacio en el Canal Uno, un canal que hasta ahora funcionaba bajo el modelo de concesión pública y que ahora pasa al control del grupo español Prisa, propietario de Caracol Radio, cerrando el ciclo de CM& como el último noticiero que sobrevivió de aquella apertura pluralista de los 90.
Prisa, reconocido por su capacidad de adaptarse al mercado latinoamericano, asumirá ahora el reto de mantener viva la esencia del canal y llenar el vacío dejado por CM& en la programación, aunque será difícil igualar el nivel de influencia y cercanía que el noticiero de Amat tuvo con el público. Los cambios de propietarios traen consigo una transformación en la oferta informativa del Canal Uno, que se verá forzado a competir en una arena donde el modelo tradicional de noticias se encuentra en crisis frente a la era digital y el predominio de las redes sociales.
Un homenaje a CM& y a su fundador
La última emisión de CM& representa el fin de una etapa en la historia del periodismo televisivo colombiano. A lo largo de los años, el noticiero no solo informó sobre los hechos nacionales e internacionales, sino que se convirtió en un referente de ética, responsabilidad y profundidad periodística. En una época de polarización y rápida difusión de contenidos en redes sociales, CM& mantuvo el foco en un periodismo que valoraba el análisis y la investigación, y que respondía a las demandas de una audiencia crítica y bien informada.
Hoy, IFMNOTICIAS rinde homenaje a Yamid Amat, un hombre que dedicó su vida a construir puentes entre el poder y la ciudadanía, y que, con CM&, marcó un antes y un después en la historia del periodismo colombiano. La televisión nacional pierde uno de sus mejores noticieros, y el país despide a una de las voces más influyentes de las últimas décadas.
La última emisión de CM& deja una lección en medio de los cambios en la industria de medios: que el buen periodismo puede resistir al tiempo y a las adversidades. Y aunque el modelo de televisión pública y el espacio pluralista que permitió su nacimiento ya no serán los mismos, CM& quedará como un referente de lo que puede lograr un periodismo comprometido y dedicado a la verdad.