Chile votará este domingo 16 de noviembre en unas elecciones presidenciales consideradas como las más impredecibles desde el retorno a la democracia por medios locales y analistas.
Esto, se afirma en parte porque es la primera vez de unas elecciones presidenciales con voto obligatorio en la historia reciente del país, este elemento hará que haya una participación de más de 13 millones de personas, lo cual podrá alterar las proyecciones conocidas previamente,
La candidata oficialista, Jeannette Jara, llega a la jornada encabezando las encuestas previas, aunque sin superar el 30% de las preferencias, lo que hace prácticamente inevitable una segunda vuelta el 14 de diciembre.
No obstante, se ha señalado que su ventaja en primera vuelta contrasta con las dificultades que enfrentaría en una segunda vuelta, escenario en el que la mayoría de estudios coinciden en que sería superada por los candidatos de derecha o ultraderecha.
Cabe mencionar que su candidatura se ve afectada por la desfavorabilidad que tiene el gobierno del actual presidente de Gabriel Boric, del que fue ministra de Trabajo.
Por otra parte, y en un sector más inclinado a la derecha o ultraderecha hay que decir que el panorama opositor llega fragmentado en tres candidaturas competitivas.
En primer lugar se tiene a José Antonio Kast, del Partido Republicano, que aparece como el postulante mejor posicionado del sector tras centrar su campaña en seguridad, migración y economía.
También compite Johannes Kaiser, representante de una derecha libertaria que mantiene posiciones más radicales y que ha logrado captar apoyo entre votantes críticos con la moderación táctica de Kast. Completa el cuadro Evelyn Matthei, figura de la centroderecha tradicional, cuya candidatura, como se ha dicho en prensa nacional, ha perdido impulso pese a su perfil experimentado y su cercanía con sectores empresariales.
En el último debate televisado antes de la votación se profundizaron las tensiones dentro del sector conservador. Kast y Kaiser concentraron sus críticas en Jara, especialmente en materia de seguridad y gestión gubernamental.
Mientras que la candidata, por su parte, intentó desmarcarse de la actual administración y reiteró que suspendería su militancia comunista si llega a La Moneda, con el fin de representar a una coalición más amplia.
Los analistas han declarado en medios chilenos que los votantes que definirán la elección son los nuevos electores obligados a participar y los sectores históricamente abstencionistas, descritos como volátiles.
Finalmente, hay que mencionar que además de la elección presidencial, Chile renovará este domingo la Cámara de Diputados y la mitad del Senado, lo que anticipa un nuevo Congreso.





