La Confederación Evangélica de Colombia (CEDECOL) ha enviado una contundente carta al presidente Gustavo Petro, manifestando su preocupación por la vulnerabilidad de los líderes religiosos y ministros de culto en el país. En el documento, la organización denuncia la sistemática violación de la libertad religiosa y la falta de medidas efectivas de protección para quienes dedican su vida al servicio espiritual y social de sus comunidades.
El asesinato de la familia Lora Rincón en Aguachica, Cesar, es solo uno de los casos que ilustran esta crisis. CEDECOL señala que este hecho no es aislado, sino parte de un patrón de persecución y amenazas que afecta a líderes religiosos en regiones como Cauca, Pasto, Sur de Bolívar y otras zonas de Colombia. La carta critica la inacción de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y expone el vacío en las garantías de seguridad para los defensores de la fe.
En su mensaje, CEDECOL hace un llamado urgente al Gobierno Nacional y a diversas instituciones, incluyendo el Ministerio del Interior, la Fiscalía General de la Nación y organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, exigiendo acciones inmediatas. La organización demanda una revisión exhaustiva de las políticas de protección y un compromiso real con la libertad religiosa, un derecho fundamental consagrado en la Constitución.
“Cuando se silencia a un líder espiritual, se debilita la esperanza de una comunidad entera”, advierte la misiva, subrayando la responsabilidad del Estado en garantizar la seguridad de quienes promueven la paz, la convivencia y los valores éticos en el país.
CEDECOL enfatiza que Colombia no puede permitirse ser un lugar donde la fe y el servicio sean motivos de persecución. La organización insta a actuar con celeridad para proteger a los líderes religiosos y asegurar que el derecho a la libertad religiosa sea plenamente respetado.