Un grupo de 38 personas culminó un proceso de resocialización en Medellín, liderado por la Alcaldía, que incluyó atención psicosocial, fortalecimiento de redes de apoyo, nutrición y formación en habilidades para la vida y el trabajo. De los participantes, el 42 % ya cuenta con empleo formal y un 24 % trabaja de manera informal.
Durante 12 meses, los exhabitantes de calle participaron en cursos ofrecidos por el SENA en áreas como servicio al cliente, informática, gestión humana, emprendimiento, panadería y jardinería. También recibieron orientación sobre habilidades blandas, elaboración de hojas de vida, entrevistas laborales y manejo financiero personal.
“Estas personas culminan una etapa de acompañamiento con herramientas de formación técnicas y habilidades para la vida, que les permite no solo al 42 % de ellos encontrar empleo, sino emprender o abrir otras oportunidades según sus preferencias”, indicó la secretaria de Inclusión Social y Familia, Sandra Sánchez.
El proceso, que busca resignificar los proyectos de vida de los participantes, concluyó con una ceremonia de graduación. Emilse Echavarría, una de las mujeres beneficiarias, relató su experiencia: “La muerte de mi esposo me llevó al consumo, pensando que con eso lo iba a resucitar, pero fue en vano. Hoy que estoy sobria, veo que las cosas no son así. Estuve en Centro Día un mes y diez días; de ahí, me llevaron a Granjas, donde hice un proceso de ocho meses. Luego pasé a resocialización; allí hice un taller de madera de tres meses, y con eso recogí una plata para sobrevivir. Hoy estoy en mi chaza, soy feliz y soy una mujer que volvió a nacer. Estoy muy agradecida con la Alcaldía, porque aprendí mucho de ellos y me tendieron mucho la mano”.
Tal y como indicaron, los graduados continuarán recibiendo apoyo mediante el seguimiento al egresado del Sistema de Atención al Habitante de Calle, con el fin de fortalecer sus procesos de inclusión social y laboral, atender dificultades que puedan surgir y mantener el rumbo hacia una vida autónoma.