El intento del comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Juan José Zúñiga, de apoderarse del poder mediante un levantamiento militar en la tarde de este miércoles, ha comenzado a generar dudas e interrogantes.
Desde un principio, las actuaciones de los militares van en contra de lo que dice la historia de cómo se ejecuta un golpe militar a un presidente.
Generalmente, es una operación coordinada que se apropia de puntos estratégicos como aeropuertos, medios de comunicación, y siempre hay algunas acciones con las armas que buscan amedrentar las instituciones y la población, pero lo ocurrido en el país multicultural de Suramérica no fue así.
Algunas unidades militares con tanquetas se tomaron los alrededores del Palacio Presidencial y la acción más violenta fue la apertura de la puerta principal con un blindado.
Es curioso como el presidente Luis Arce estaba esperando a los golpistas con todo su gabinete presidencial y hasta medios de comunicación y como este impuso la autoridad ante unos militares que estaban armados y que querían tomar el poder retirándose ante la orden del presidente.
En una muy reciente entrevista, el general Zúñiga había indicado que estaba atento a evitar que los seguidores de Evo Morales intentaran atentar contra la democracia y las instituciones del país.
Ante el retiro voluntario del general Zúñiga de las puertas de la sede presidencial, este fue detenido y la Fiscalía de la Nación abrió un proceso penal en su contra, es inexplicable como un militar con tantos años de experiencia, se lance a un plan tan complicado, en una acción tan solitaria y sin un verdadero respaldo de la fuerza armada.
Lo que genera preguntas es la declaración entregada por el ahora destituido comandante del ejército, «El día domingo en el Colegio La Salle me reuní con el presidente, y el presidente me dijo, “la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica.” Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad ¿” Sacamos los blindados”, le pregunté. “Saca”, respondió el presidente».
Después de entregar estas declaraciones, el general Zúñiga, fue detenido por la Policía, pero logró indicar que el movimiento militar movilizó 6 tanques Cascabel y 14 Zetas.
El Gobierno del presidente Luis Arce ha desmentido las declaraciones del militar sobre que esto fue un plan coordinado con el presidente para realizar un autogolpe, pero las dudas quedan en el aire.