El ministro del Interior, Armando Benedetti, y el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, sostuvieron un encuentro privado el martes 7 de octubre en Bogotá, con el propósito de resolver las tensiones surgidas tras un intercambio de acusaciones que se hizo público la semana pasada.
La reunión, realizada en un apartamento del norte de la capital, fue organizada con la mediación del exmagistrado Julio César Ortiz, abogado del presidente Gustavo Petro, y contó con la presencia del exsenador y exembajador Roy Barreras como testigo. El objetivo fue restablecer la comunicación y promover la cooperación entre ambos funcionarios del gabinete.
El origen del conflicto se remonta a una entrevista en la que Benedetti calificó de “flojo” al gabinete presidencial, sin mencionar nombres. Las declaraciones generaron molestia entre algunos ministros, particularmente Montealegre, quien respondió en el chat oficial del gabinete con mensajes críticos hacia su colega del Interior. En esos mensajes, posteriormente filtrados a los medios, Montealegre cuestionó el compromiso político de Benedetti y lo acusó de buscar protagonismo mediático.
El tono de los mensajes escaló con nuevas alusiones directas. Montealegre incluso mencionó los procesos judiciales que enfrenta Benedetti, afirmando que “vamos a ver qué tan gallito es cuando la Corte Suprema de Justicia lo meta a la cárcel”. La confrontación coincidió con el cambio de dirección en la Superintendencia de Notariado y Registro, despacho que depende del Ministerio de Justicia, lo que contribuyó a agravar la tensión.
El presidente Gustavo Petro, según fuentes de Palacio, pidió detener los enfrentamientos públicos entre miembros de su gabinete y ordenó buscar una solución mediante diálogo. La mediación de Ortiz fue clave para concretar el encuentro entre los ministros, que se llevó a cabo en un ambiente reservado.
Durante la cita, Montealegre entregó a Benedetti un libro de filosofía estoica como gesto simbólico, en medio de una conversación en la que ambos reflexionaron sobre temas personales y de cooperación institucional. En declaraciones posteriores, los asistentes señalaron que el tono del diálogo fue constructivo y que se acordó mantener coordinación en temas legislativos y de política de paz.
El contexto del encuentro coincidió con la decisión de la Procuraduría General de la Nación de abrir una indagación preliminar contra Montealegre por presunta participación en política, así como con advertencias del procurador Gregorio Eljach sobre las recientes declaraciones de Benedetti, que también podrían derivar en investigación disciplinaria.
Tras la reunión, se conoció que ambos ministros acordaron fortalecer la colaboración en el trámite de proyectos legislativos, particularmente aquellos relacionados con la “paz total” y la reforma a la justicia. El Gobierno busca así cerrar uno de los episodios de tensión interna más visibles de los últimos meses dentro del gabinete presidencial.
