En un movimiento que genera ruido político en la Casa de Nariño, Armando Benedetti entregó hoy su carta de renuncia como embajador de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La dimisión, oficializada en una reunión con el presidente Gustavo Petro, se produce en medio de un torbellino de tensiones dentro del gobierno y bajo la sombra de investigaciones por supuesta financiación irregular en la campaña presidencial de 2022, además del caso de violencia contra su esposa en España.
Un puesto hecho a la medida
El cargo de Embajador ante la FAO fue creado específicamente para Benedetti, un político que ha generado polémica desde su llegada al círculo cercano de Petro. Su nombramiento, que no contó con el visto bueno de la Embajada en Roma, se interpretó como una estrategia para mantenerlo bajo control, en medio de acusaciones de chantaje político que él mismo insinuó públicamente y que recientemente Marelbys Meza, ex niñera de Laura Sarabia confirmaría.
Ahora, con su renuncia, Benedetti regresa al país para ocupar un rol como asesor del Presidente, un puesto que ya levanta suspicacias por el poder que podría concentrar.
Renuncia con la Fiscalía pisándole los talones
La decisión de Benedetti de abandonar su cargo en Roma fue anunciada apenas un día después de que la Fiscalía General de la Nación lo citara a declarar en el marco de las investigaciones por presuntas irregularidades en la financiación de la campaña de Petro.
Estos señalamientos surgieron tras la filtración de audios en los que Benedetti mencionaba manejos cuestionables de recursos durante la contienda electoral.
Aunque el exembajador ha negado las acusaciones, su retorno a Colombia no es casual. Su presencia en Casa de Nariño podría interpretarse como un intento de blindarse políticamente, al tiempo que busca reposicionar su influencia en un gobierno que atraviesa una crisis interna.
La pugna con Laura Sarabia y el remezón ministerial
El regreso de Benedetti no está exento de tensiones. Su relación con Laura Sarabia, directora administrativa de Presidencia y figura clave en el gobierno Petro, está marcada por una batalla pública tras el escándalo de los audios filtrados. En esas grabaciones, además de mencionarse posibles delitos, quedó en evidencia la fractura entre ambos excolaboradores cercanos del mandatario.
Sarabia, considerada hasta hace poco la mano derecha del Presidente, enfrenta un desgaste en su relación con Petro, quien no oculta su frustración con la desarticulación de su equipo de gobierno. En este contexto, los rumores de un remezón ministerial cobran fuerza, y la llegada de Benedetti añade un ingrediente más a las disputas internas en la Casa de Nariño.
Por ahora, Benedetti vuelve al país con un discurso de apoyo a la gestión de Petro, pero su presencia en Casa de Nariño seguramente será un punto focal en la política nacional en los próximos días. ¿Será su regreso un paso hacia la estabilidad del gobierno o el detonante de nuevos enfrentamientos? Solo el tiempo lo dirá.
