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lunes, febrero 10, 2025
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    Barbosa responde a las acusaciones de Petro: “La infamia del presidente no tiene límites”

    En un fuerte comunicado dirigido a la opinión pública, el fiscal general de la nación, Francisco Barbosa, arremetió contra las declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien lo acusó de no haber entregado tierras de los paramilitares a las víctimas durante su administración. El enfrentamiento se dio después de un evento en Montería el 3 de octubre de 2024, en el que Petro, en un gesto simbólico, buscó reivindicar a Salvatore Mancuso, uno de los exjefes paramilitares más conocidos en Colombia.

    Barbosa, en su comunicado, no solo defendió su gestión al frente de la Fiscalía, sino que expuso cifras contundentes que refutan las acusaciones del presidente. En su mensaje, titulado “La infamia del presidente Petro no tiene límites”, el fiscal detalló cómo bajo su dirección la Fiscalía entregó al Fondo de Reparación de Víctimas, administrado por la Unidad de Víctimas, un total de 1.600 bienes por un valor de 1.8 billones de pesos. Este es un incremento significativo en comparación con los 483 mil millones de pesos entregados entre 2006 y 2019. Según Barbosa, estos bienes fueron perseguidos al paramilitarismo por la Dirección de Justicia Transicional de la entidad, superando con creces las gestiones anteriores.

    El fiscal también recordó al presidente Petro cuál es el verdadero rol del ejecutivo en este proceso, indicando que la administración y reparto de esos bienes corresponde a la Unidad de Víctimas, una entidad que depende directamente del presidente. “Al presidente Petro se le olvidan sus propias funciones y su rol como jefe del Estado”, afirmó Barbosa, señalando que la entrega de los bienes por parte de la Fiscalía fue realizada conforme a los procedimientos reglados y que la Fiscalía General de la Nación no tiene injerencia en el manejo de estos bienes una vez entregados.

    En cuanto a las acusaciones específicas contra Salvatore Mancuso, Barbosa destacó que su administración imputó al exparamilitar 24.408 hechos delictivos, una cifra que contrasta con los 18.301 delitos que se le imputaron entre 2006 y 2019. En total, durante su administración, se imputaron 85.085 hechos delictivos relacionados con el paramilitarismo, frente a los 56.401 hechos imputados entre 2006 y 2019, demostrando que su gestión fue mucho más efectiva en términos de justicia y persecución de bienes paramilitares.

    El trasfondo del enfrentamiento

    Las palabras de Barbosa llegan en un contexto tenso marcado por las acciones recientes de Petro, quien ha buscado reavivar procesos con antiguos paramilitares, entre ellos Mancuso, como parte de su controvertida política de “paz total”. Durante el evento en Montería, Petro intentó presentar a Mancuso no solo como un actor clave en la reconciliación nacional, sino como una víctima de un sistema que, según el presidente, falló en hacer justicia integral. Para Petro, el proceso de desmovilización liderado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue una “traición”, y, en ese sentido, la paz con los paramilitares aún no ha concluido.

    Las declaraciones del mandatario, sin embargo, desataron la furia de Barbosa, quien considera que el presidente está lavando la reputación de Mancuso mientras mancha la suya. Barbosa ha sido un fiscal que, desde el inicio de su mandato, se ha mostrado firme en la judicialización de actores armados ilegales y en la persecución de sus bienes, siendo un crítico frecuente de la estrategia de paz total impulsada por Petro.

    Las implicaciones políticas

    El enfrentamiento entre Barbosa y Petro revela las profundas divisiones en torno a la justicia transicional y el manejo de los bienes obtenidos por los grupos armados ilegales. Mientras que Petro ha intentado dar un giro a la narrativa sobre los actores del conflicto, buscando incluirlos en sus mesas de diálogo para la paz total, figuras como Barbosa se han mantenido firmes en la necesidad de justicia, señalando que no se puede ignorar los crímenes y la responsabilidad de personajes como Mancuso.

    Este choque, además, tiene un trasfondo político más amplio. Desde que Barbosa asumió el cargo, su relación con el gobierno de Petro ha sido tensa, marcada por diferencias ideológicas y de enfoque en temas clave como la justicia y la seguridad. Petro, por su parte, ha sido crítico de la Fiscalía y de su papel en la gestión de los procesos de reparación a las víctimas, mientras que Barbosa ha denunciado la falta de responsabilidad del gobierno en la administración de los bienes entregados.

    La polémica sobre el papel de los exparamilitares en el conflicto y su posible participación en la paz total sigue dividiendo a la opinión pública. Mientras que algunos ven en las acciones de Petro una oportunidad para cerrar definitivamente las heridas del conflicto, otros, como Barbosa, alertan sobre los riesgos de revivir pactos con actores que en su momento causaron tanto daño al país.

    El cruce de declaraciones entre el fiscal general Francisco Barbosa y el presidente Gustavo Petro es un reflejo de las tensiones crecientes en torno a la implementación de la justicia transicional y la política de paz total del gobierno. Mientras Petro intenta reescribir el papel de figuras como Mancuso en el proceso de reconciliación, Barbosa defiende su gestión y su compromiso con las víctimas del conflicto. El desenlace de este enfrentamiento podría tener implicaciones profundas no solo para el futuro de la justicia en Colombia, sino también para el legado de ambos líderes.

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