La Junta Directiva del Banco de la República decidió cerrar el año sin modificaciones en la tasa de interés de referencia, que continuará en 9,25%, tras una votación dividida entre sus integrantes.
La determinación se tomó en medio de un contexto marcado por el comportamiento reciente de la inflación, la evolución de las expectativas económicas y la incertidumbre fiscal que enfrenta el país.
En la reunión más reciente del emisor, cuatro de los siete miembros de la Junta votaron por mantener inalterada la tasa, mientras que los otros tres propusieron recortes graduales. Dos de ellos plantearon una reducción de 50 puntos básicos y uno sugirió un ajuste de 25 puntos básicos. La mayoría, sin embargo, se inclinó por una postura cautelosa, que completa cinco sesiones consecutivas sin cambios en la política monetaria.
De acuerdo con el Banco de la República, uno de los factores determinantes fue el nivel de la inflación, que en noviembre se ubicó en 5,3%, una cifra superior a la registrada en el mismo periodo del año anterior y aún distante de la meta establecida por la autoridad monetaria. A esto se sumó el aumento en las expectativas inflacionarias, lo que, según el emisor, introduce riesgos en el proceso de convergencia hacia el objetivo de estabilidad de precios.
Otro elemento considerado fue la situación fiscal. El banco señaló que la no aprobación de la ley de financiamiento obliga al Gobierno nacional a realizar ajustes para equilibrar el presupuesto de 2026, un escenario que genera señales de alerta en los mercados y añade presión sobre el manejo macroeconómico. Este contexto, según la entidad, exige prudencia en las decisiones de política monetaria.
En su comunicación oficial, el Banco de la República indicó que la postura adoptada reconoce los riesgos asociados tanto al entorno interno como al internacional. Señaló que los próximos movimientos de la tasa dependerán del comportamiento de la inflación y sus expectativas, la dinámica de la actividad económica y el balance de riesgos externos, en un escenario global que sigue siendo incierto.
Durante la rueda de prensa posterior a la decisión, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, explicó que la Junta también tuvo en cuenta que el crecimiento económico ha superado las proyecciones iniciales de la entidad, así como la evolución de los déficits comercial y de cuenta corriente. Villar señaló que la determinación estaba alineada con el consenso del mercado, que anticipaba una tasa estable para este cierre de año.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, expresó que el Gobierno no compartió la decisión adoptada por la Junta Directiva y reconoció que no se logró un acuerdo con algunos de sus miembros. No obstante, la tasa se mantuvo sin cambios, consolidando que durante todo el año solo se realizó un recorte de 25 puntos básicos, aplicado en abril.
Con esta decisión, el Banco de la República concluye el año reafirmando una política monetaria orientada a la cautela, en un escenario donde persisten presiones inflacionarias y desafíos fiscales que continúan influyendo en el rumbo de la economía colombiana.
