Tras el encuentro convocado por la Iglesia católica, el presidente Gustavo Petro firmó junto a representantes de las distintas ramas del poder público, organismos de control y jerarcas eclesiásticos, para suscribir un compromiso institucional de respeto, diálogo y rechazo a la violencia.
La cita tuvo lugar este lunes 16 de junio en la sede del Arzobispado de Bogotá, en el marco de un almuerzo promovido por la Conferencia Episcopal de Colombia.
Al acto asistieron, entre otros, el presidente del Senado, Efraín Cepeda; el procurador general, Gregorio Eljach; la fiscal general, Luz Adriana Camargo; el registrador nacional, Hernán Penagos; y representantes de las altas cortes. El evento estaba programado para la 1:00 p.m., pero se inició con más de una hora de retraso debido a la llegada tardía del jefe de Estado.
Durante las dos horas de reunión, los asistentes discutieron la necesidad de propiciar un clima de respeto entre los poderes del Estado y fortalecer los mecanismos de diálogo institucional. En la declaración firmada por 21 altos funcionarios se expresó el compromiso de “escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermandad; desarmar y armonizar la palabra; y rechazar todo tipo de violencia como forma de resolver los conflictos políticos y sociales”.
El procurador Eljach destacó que el ambiente fue de respeto y señaló que el saludo entre el presidente Petro y el presidente del Senado, Efraín Cepeda, se produjo en términos cordiales. También confirmó que, durante el encuentro, el mandatario expuso puntos sobre economía, historia y política social. Según el funcionario, no se abordó el tema de la consulta popular ni se discutieron asuntos concretos sobre la reforma laboral o pensional.
Uno de los episodios que marcó el encuentro fue el retiro anticipado del presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez Najar. El magistrado se excusó para evitar eventuales recusaciones, en su calidad de ponente de la demanda contra la reforma pensional y revisor del decreto presidencial que convoca la consulta popular. A pesar de su salida, Ibáñez firmó el documento de compromiso.
La ausencia de otros altos funcionarios también fue notoria. El presidente del Consejo de Estado, Luis Alberto Álvarez, no asistió por compromisos en Manizales, y el presidente de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, Mauricio Rodríguez Tamayo, no fue invitado al encuentro, situación que generó malestar en su corporación.
Durante el evento, monseñor Luis José Rueda Aparicio, cardenal primado de Colombia, y monseñor Francisco Javier Múnera, presidente de la Conferencia Episcopal, hicieron un llamado a replicar estos espacios en diferentes escenarios institucionales y sociales. Asimismo, elevaron una oración por la vida del senador Miguel Uribe Turbay y por las comunidades afectadas por hechos violentos.
El contexto del encuentro estuvo atravesado por recientes tensiones políticas derivadas de los anuncios del presidente Petro sobre una consulta popular para refrendar su reforma laboral, la cual fue oficializada mediante decreto presidencial y actualmente es objeto de revisión por parte de las cortes. Adicionalmente, el país atraviesa una coyuntura marcada por el atentado contra el senador Uribe Turbay y episodios violentos en el suroccidente del territorio nacional.
En su declaración final, la Iglesia instó a “mantener viva la esperanza en nuestro país” y reiteró la invitación a “desarmar y armonizar la palabra” como vía para superar los conflictos.