En las últimas horas, y ante la tensión que se vive, el Gobierno de Bahamas emitió una advertencia oficial a sus ciudadanos para que eviten acercarse a las costas venezolanas o a embarcaciones que zarpan desde ese país, en medio del incremento de la presencia militar estadounidense en el mar Caribe.
El ministro de Seguridad Nacional, Wayne Munroe, fue quien expresó su preocupación por las implicaciones regionales de la actual situación geopolítica y entregó la recomendación de alejarse de las costas.
Es de indicar que de acuerdo con la información, el ministro Munroe señaló que el contexto actual exige prudencia y responsabilidad por parte de la población bahameña. “Aconsejaría a los bahameños que se mantengan alejados de las lanchas rápidas que salen de Venezuela. No vamos a hacer lo que están haciendo los estadounidenses, pero sería mejor que se mantuvieran al margen”.
Aseguró además el ministro que, tanto Bahamas como los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), carecen de la capacidad para confrontar o desafiar las decisiones estratégicas de Estados Unidos. “La realidad de nuestro país y de la Comunidad del Caribe es que sería imposible oponerse a Estados Unidos”, afirmó.
Munroe explicó que su gobierno no tiene posibilidad de influir sobre las acciones militares estadounidenses, especialmente si estas se desarrollan en aguas internacionales cercanas. “Si decidieran, por ejemplo, desplegarse en aguas internacionales entre Bahamas y Estados Unidos, ¿qué podríamos hacer para impedirles defender lo que consideran su interés nacional?”, cuestionó.
En ese sentido, el ministro agregó que el papel del gobierno bahameño se limita a proteger a su población de posibles riesgos indirectos. “No creemos que podamos restringir a Estados Unidos en las medidas que considere necesarias para defender sus intereses nacionales. Si decidieran hacerlo, tendríamos que advertir a nuestros ciudadanos para evitar que fueran víctimas, tal vez, de un ataque militar”, señaló.
La advertencia se produce mientras Washington intensifica su despliegue militar en la región. Según fuentes oficiales, Estados Unidos ha movilizado al menos ocho buques de guerra, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear y más de 4.500 soldados como parte de una operación en el mar Caribe.
El incremento de la presencia militar se enmarca en la política de presión de Washington hacia el gobierno de Nicolás Maduro. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha acusado al mandatario venezolano de liderar el denominado “Cartel de los Soles”, una supuesta red de narcotráfico integrada por altos mandos del Ejército venezolano. Caracas ha rechazado categóricamente estas acusaciones y ha denunciado lo que califica como una “campaña de intimidación” por parte de Estados Unidos.
Bahamas, que mantiene relaciones diplomáticas con ambos países, busca evitar verse involucrada en las tensiones entre Washington y Caracas. El gobierno de Nassau ha reiterado su compromiso con la estabilidad regional y ha instado a sus ciudadanos a extremar precauciones mientras persista la presencia militar en el Caribe.
Con este llamado, las autoridades bahameñas procuran prevenir incidentes que puedan poner en riesgo la seguridad de sus nacionales en una zona donde la situación se mantiene en un nivel de alta sensibilidad política y militar.