Petro por muchas horas guardó un silencio cómplice con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro ante la denuncia desde todos los frentes de que hubo fraude electoral.
Sin embargo, en la mañana del miércoles 31 de julio, pareció tomar postura a favor del reclamo internacional, para que el régimen divulgue las actas de votación y acepte un recuento de votos con una auditoría externa.
No había terminado de circular el mensaje de Petro en X, cuando su gobierno en la OEA decidió cambiar su posición y se registró una abstención de votar o rechazar la resolución de la Asamblea de la OEA, que instaba a que Venezuela divulgara las actas de los resultados de las votaciones de manera inmediata.
Y es que, al parecer, y según lo confirmó el mismo Maduro, Petro ha conversado con el dictador venezolano, aconsejándolo sobre la situación que se vive en el vecino país.
Ahora como es costumbre y ante el rechazo de la posición tomada por Colombia en la Organización de Estados Americanos, se comienzan a rotar la pelota entre todos, el embajador de Colombia en la OEA, Luis Ernesto Vargas, afirmó que no había recibido una instrucción directa sobre la posición de Colombia ante la resolución propuesta, la cancillería dice que la OEA, no es el escenario para debatir el asunto de Venezuela y Petro cambia su postura y se dice prepara un comunicado junto con Brasil y México.
Además, era muy poco lo que podía esperarse sobre una posición enérgica ante la situación en Venezuela, cuando el Embajador de Colombia en la organización, es un activista en redes sociales, comparte todo lo que publican las bodegas petristas y felicitó a Maduro por su triunfo.
Lo que sí es cierto es que Petro es el mejor amigo de Maduro, ha intentado ser su relacionista internacional y de seguro el pronunciamiento, al parecer firme frente al fraude electoral, no es más que una estrategia que pretende darle tiempo y oxígeno a Maduro.
