La llegada de un avión de matrícula venezolana, identificado como YV3164, al Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) en Bogotá el pasado 8 de enero, ha desatado una serie de interrogantes sobre su propósito, en un contexto político delicado para las relaciones entre Colombia y Venezuela.
Este hecho coincide con la inminente toma de posesión del dictador Nicolás Maduro, quien busca consolidar su régimen en medio de crecientes críticas y denuncias de fraude electoral.El avión aterrizó a la 1:17 p.m. y permaneció en las instalaciones militares durante aproximadamente tres horas, antes de despegar nuevamente hacia Caracas a las 4:34 p.m.
Según información publicada por el diario El Tiempo, la aeronave había estado realizando vuelos internos en Venezuela antes de su llegada a Colombia, incluyendo un itinerario que abarcó varias ciudades brasileñas.
Fuentes no oficiales sugieren que el viaje podría estar relacionado con el traslado de personal que sería extraditado a Venezuela, aunque hasta el momento no se ha recibido confirmación oficial por parte de las autoridades colombianas o venezolanas sobre esta versión.
La presencia del jet venezolano en territorio colombiano ha suscitado especulaciones sobre posibles negociaciones o traslados vinculados a la crisis política actual.
Desde que Gustavo Petro asumió la presidencia en 2022, ha habido varios acercamientos con Maduro, lo que algunos interpretan como un intento de normalizar las relaciones bilaterales, las cuales habían estado congeladas durante el mandato de Iván Duque.
Este episodio se produce en un momento crítico, ya que Edmundo González, señalado por la oposición como el verdadero presidente electo, ha prometido asumir el cargo tras los resultados electorales del 28 de julio. La situación sigue siendo objeto de análisis y atención tanto a nivel nacional como internacional, mientras se espera una respuesta clara sobre los motivos detrás del aterrizaje del avión venezolano en Catam.
