El atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, ocurrido en la tarde en Bogotá, ha estremecido al país y desatado una profunda conmoción política y social. El hecho tuvo lugar durante un acto de campaña en el parque de Modelia, localidad de Fontibón, y revive dolorosos recuerdos de la violencia que en décadas pasadas marcó las contiendas electorales en Colombia.
Disparo por la espalda y sangre en el rostro
Según versiones preliminares, Uribe fue atacado por detrás por un hombre armado, quien le habría disparado en repetidas ocasiones con impactos en la espalda, el cuello y al menos un disparo en la cabeza. Las imágenes captadas por testigos muestran al político con la cara y la espalda bañadas en sangre, mientras personas de su equipo y asistentes del evento intentaban socorrerlo en medio de los gritos y la confusión generalizada.
Uribe hablaba ante la multitud en un parque de Modelia sobre los problemas de Colombia y se refería a la importancia de atender en salud mental a los colombianos. Unas horas Antes, Miguel Uribe había sido enfático en señalar que denunciaría a todos los ministros que firmaran el decreto del Presidente Petro para pasar por encima del Congreso con la Consulta Popular por el delito de prevaricato.
Una ambulancia que transitaba por el sector atendió la emergencia y lo trasladó rápidamente al Medical Center de Engativá, donde fue ingresado de urgencia. Hasta el momento, no se ha emitido un parte médico oficial, aunque fuentes extraoficiales indican que se encuentra con signos vitales estables, pero en estado delicado mientras es intervenido quirúrgicamente a las 7 de la noche de esta sábado.
Capturado el presunto agresor; presencia de un menor
El presunto atacante fue capturado minutos después del atentado y trasladado al CAI de Modelia. De acuerdo con testigos y fuentes policiales, también se investiga la posible participación de un menor de edad, lo que podría complicar aún más el panorama judicial del caso. Las autoridades analizan si se trató de un ataque planeado o de un acto aislado, mientras los organismos de inteligencia ya trabajan sobre líneas específicas. Se señala por parte de algunas fuentes no oficiales que uno de los atacantes habría sido herido por los escoltas de Uribe.
El Gobierno evalúa ofrecer una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por información que permita esclarecer completamente el hecho y dar con los posibles autores intelectuales, si los hay. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se desplazó hasta el hospital para conocer de primera mano el estado del senador y supervisar las acciones de seguridad.
Conmoción nacional y exigencia de garantías
La reacción del país no se hizo esperar. Líderes políticos de todos los partidos han expresado su repudio ante el atentado y llamado a defender el proceso democrático. El presidente Gustavo Petro condenó el ataque como «una agresión directa a la democracia», y anunció un consejo extraordinario de seguridad en la capital.
El Centro Democrático, por su parte, emitió un fuerte pronunciamiento denunciando el deterioro de la seguridad en el país y exigiendo garantías reales para los candidatos en carrera hacia las elecciones presidenciales de 2026.
Este ataque revive los peores momentos del pasado colombiano, cuando figuras como Luis Carlos Galán, y otros candidatos fueron víctimas de la violencia en contextos electorales. El atentado contra Miguel Uribe reabre la herida de un país que aún lucha por consolidar una democracia libre de miedo.