Bogotá, 10 de febrero de 2025 – En una carta dirigida al presidente Gustavo Petro, el hasta hoy ministro del Interior presentó su renuncia, dejando al descubierto profundas tensiones dentro del equipo de gobierno y desafíos en la implementación de la agenda reformista. El ahora exministro agradeció la oportunidad de haber hecho parte de un gobierno con “espíritu liberal y reformista”, pero reconoció que su continuidad en el cargo ya no era viable.
En la misiva, el exfuncionario recordó que desde un principio no tenía interés en volver a ocupar el Ministerio del Interior. Sin embargo, asumió el reto “en momentos en que se discutían la propia estabilidad institucional y las reglas de juego democráticas establecidas”.
El exministro destacó cuatro grandes frentes en los que centró su gestión: la implementación del Acuerdo Final de Paz de 2016, la reforma constitucional para fortalecer la autonomía territorial, el impulso de un acuerdo nacional y una ambiciosa agenda reformista. “En los cuatro frentes se lograron avances, pero también encontramos tropiezos propios de la complejidad del Estado”, reconoció.
Uno de los puntos más críticos de la carta es la referencia al Plan de Choque para la Aceleración de la Implementación del Acuerdo Final de Paz, presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre. A pesar del apoyo nacional e internacional, el exministro admite que “el criterio técnico con el que diseñamos el Plan contrastó con tensiones al interior del equipo de Gobierno que, a pesar de innumerables esfuerzos, no pudimos superar y han dificultado su rápida ejecución”.
Según el exfuncionario, algunos pactos territoriales, como el del Catatumbo, están listos para ser firmados, pero dependen de una “decisión presidencial que es primordial”. En su análisis, alcanzar la transformación de los territorios es “condición indispensable para que en Colombia podamos construir una paz estable y duradera”.
En cuanto a la autonomía territorial, consideró que será uno de los “grandes legados de este gobierno”. Destacó la aprobación del Acto Legislativo que fortalece el Sistema General de Participaciones (SGP), aunque advirtió que la reforma aún debe desarrollarse mediante una ley de competencias. “Implicará en el mediano y largo plazo el rediseño total de la estructura del Estado colombiano, en la cual los departamentos y municipios tendrán más recursos y competencias y el gobierno central deberá adelgazarse”, afirmó.
Sobre el acuerdo nacional, el exministro expresó su preocupación por la radicalización de la controversia política y la desconfianza generada por decisiones del Consejo Nacional Electoral respecto al financiamiento de campañas. “Nadie puede sensatamente poner en duda el proceso electoral que se avecina y en cuya organización ya trabajamos con toda la institucionalidad en el marco de la Comisión Nacional de Garantías Electorales”, indicó.
A pesar de las dificultades, insistió en la necesidad de construir un acuerdo nacional que, en el contexto actual, debería centrarse en temas clave como las relaciones bilaterales con Estados Unidos, la celebración de elecciones libres y seguras en 2026, la ley de competencias y el fortalecimiento de la capacidad institucional del Estado frente a las amenazas de grupos violentos.
Finalmente, en cuanto a la agenda legislativa, resaltó los avances en la Reforma Laboral, de Salud, de Justicia y la Jurisdicción Agraria, alcanzados en comisiones y plenarias del Congreso, gracias a consensos que consideró “impensables” y que atribuyó al propósito del Acuerdo Nacional.
“El tiempo que queda de su mandato será definitivo para concretar muchos de los propósitos de Gobierno. Para hacerlo en el año y medio que resta de su periodo es esencial priorizar y focalizar los compromisos del programa de gobierno y el Plan Nacional de Desarrollo”, concluyó, advirtiendo que “los recursos financieros y de tiempo son finitos e imposibilitan hacer todo al mismo tiempo”. Sin embargo, confió en que, con mayores esfuerzos de coordinación, aún es posible dejar un legado importante en las áreas de mayor relevancia para el país.