Desde la noche del domingo 22 de diciembre, al menos 20 palestinos perdieron la vida en ataques aéreos en la Franja de Gaza, entre ellos niños y desplazados que se encontraban en zonas humanitarias, según reportaron fuentes médicas locales.
En uno de los ataques más recientes, un bombardeo dirigido contra una tienda de campaña para desplazados en la zona humanitaria de Al Mawasi, en Jan Yunis, dejó un saldo de ocho personas muertas, incluidos dos niños. El Ministerio de Sanidad gazatí informó que el ataque produjo un incendio en el lugar, afectando a miembros de la familia Abu Sita.
De acuerdo con fuentes del Hospital Nasser, en la ciudad de Jan Yunis, otro bombardeo con drones dirigido contra personal de seguridad que escoltaba un convoy de ayuda humanitaria en Rafah dejó seis muertos y quince heridos. Entre las víctimas se encontraban agentes de la policía local encargados de proteger la entrega de suministros.
Además, en un ataque contra un vehículo al oeste de Jan Yunis murieron dos personas y otras resultaron heridas. Otro ataque en la misma zona cobró la vida de un civil más, según informaron autoridades médicas.
En Nuseirat, un bombardeo aéreo alcanzó una escuela que servía como refugio para desplazados, provocando la muerte de tres personas cuyos cuerpos fueron trasladados al Hospital de los Mártires de Al Aqsa, ubicado en Deir al Balah.
El Ejército israelí confirmó haber atacado la zona humanitaria en Al Mawasi, señalando que su objetivo era un combatiente de Hamás que operaba en el área. Según un comunicado castrense, la operación se llevó a cabo con base en información de inteligencia de la Agencia de Seguridad de Israel (ISA), aunque no se presentaron pruebas sobre la presencia del combatiente en el lugar.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) describió las condiciones en la zona humanitaria de Al Mawasi como precarias, con infraestructura mínima y servicios básicos insuficientes. La población desplazada en la zona enfrenta temperaturas invernales sin acceso adecuado a saneamiento, agua potable o refugios seguros.
Estos hechos ocurren mientras continúan las negociaciones indirectas entre el Gobierno de Israel y Hamás, buscando un acuerdo para la liberación de rehenes y un posible cese al fuego.
Según el Ministerio de Sanidad palestino, en los últimos 14 meses de conflicto en Gaza se han registrado 45.290 muertes y más de 107.600 heridos. Además, se estima que unas 10.000 personas permanecen atrapadas bajo los escombros, mientras otras mueren a causa de enfermedades e infecciones derivadas de las condiciones de vida actuales en el enclave.