Las autoridades ucranianas confirmaron este martes que al menos nueve personas murieron y decenas resultaron heridas tras un ataque con misiles rusos en la región suroriental de Dnipropetrovsk. El ataque se desarrolló en dos oleadas y afectó gravemente zonas civiles.
Según el gobernador regional, Serhiy Lysak, siete de las víctimas fallecieron en la ciudad de Dnipro, donde la onda expansiva rompió las ventanas de vagones de tren, provocando lesiones a los pasajeros por los fragmentos de vidrio. El balance provisional indica que al menos 70 personas resultaron heridas, incluidos 10 menores de edad.
Otras dos personas murieron en la localidad de Samar, a unos 10 kilómetros de Dnipro, según informó el servicio estatal de emergencias. Las autoridades locales también reportaron daños en escuelas, jardines infantiles y un hospital.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, hizo un llamado a los aliados occidentales de Kyiv a responder ante lo que calificó como un nuevo acto de agresión. “Es una cuestión de credibilidad que los aliados aumenten la presión sobre Moscú”, escribió en X.
El ataque se produce en el contexto de una intensificación de los bombardeos rusos sobre Ucrania en las últimas semanas. El 17 de junio, 28 personas murieron en Kyiv en el ataque más letal del año contra la capital. Solo un día antes del nuevo bombardeo, otros 10 civiles perdieron la vida en ataques aéreos en Kyiv y sus alrededores.
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