Las lluvias continuas en el departamento de Santander provocaron nuevas emergencias durante las últimas horas, luego de que Isagen abriera compuertas en la represa de Hidrosogamoso ante el incremento del caudal del río.
La medida, adoptada como parte de un protocolo de seguridad para preservar la estabilidad del embalse, generó inundaciones aguas abajo, donde decenas de familias campesinas reportaron la pérdida de cultivos y daños en sus terrenos.
De acuerdo con Isagen, la apertura de compuertas respondió a la necesidad de controlar el embalse y prevenir una situación de mayor riesgo estructural. No obstante, los efectos se han sentido con fuerza en las zonas ribereñas, donde el agua alcanzó viviendas rurales y cubrió extensas áreas productivas.
La emergencia se suma a una situación ya compleja en varias provincias del departamento. En García Rovira, los derrumbes sobre la vía Bucaramanga – Curos – Málaga mantienen incomunicados cerca de 16 municipios, dificultando la llegada de ayuda y el transporte de alimentos. Las autoridades locales informaron que los deslizamientos persisten por la saturación del terreno y los altos niveles de precipitación registrados en las últimas semanas.
En total, 24 municipios de Santander permanecen en situación de calamidad pública. Los reportes oficiales indican que centenares de familias resultaron damnificadas por las lluvias, que también han afectado la infraestructura vial y productiva en distintas zonas rurales.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) mantiene activa la alerta por posibles deslizamientos e inundaciones, ante el pronóstico de que las precipitaciones continuarán en los próximos días. La entidad recomendó especial atención en las cuencas de los ríos Sogamoso, Suárez y Lebrija, por los niveles elevados que presentan actualmente.
Las autoridades departamentales anunciaron que coordinarán con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) el envío de maquinaria, ayudas humanitarias y recursos de emergencia.
Mientras tanto, los organismos de socorro siguen atendiendo los puntos más críticos y evalúan los daños en los sectores agrícolas que resultaron afectados por el desbordamiento del agua.
Cabe recordar que este lunes, la vereda Zarandas, en zona rural de Vélez, se vio afectada por un deslizamiento en masa que arrasó con varias viviendas y cultivos, dejando a su paso una huella de destrucción entre las familias campesinas. De acuerdo con las autoridades, varias fincas se hundieron completamente tras la activación de una falla geológica, lo que provocó el colapso del terreno y la pérdida total de casas y pertenencias.








