En el marco del Día Internacional del Trabajo, el expresidente Álvaro Uribe Vélez emitió una fuerte declaración en la que denunció ocho acciones del actual Gobierno que, según él, afectan gravemente a los trabajadores colombianos. Su pronunciamiento no solo describe los impactos negativos que atribuye a las políticas de Gustavo Petro, sino que también presenta alternativas desde su visión política.
Uribe señaló como primera acción en contra de los trabajadores el auge de la informalidad, impulsado —según él— por la inseguridad, el narcotráfico y “el discurso oficial agresivo, que desmotiva la creación de empleo formal”. Indicó que el 57,8% de la población ocupada se encuentra en la informalidad y que más de 950 mil trabajadores pasaron a este segmento en el último año.
En un fuerte señalamiento, denunció que los jóvenes se ven forzados a escoger entre el exilio o la ilegalidad: “A los jóvenes colombianos los están condenando a escoger entre dos opciones: o irse del país o vincularse a actividades ilícitas”. Añadió que el microtráfico está siendo una puerta de entrada hacia delitos mayores.
El expresidente criticó con vehemencia la reforma a la salud, afirmando que impone un “monopolio estatal” que priva a los trabajadores del acceso oportuno a medicamentos y servicios, forzándolos a cubrir estos gastos o trasladándolos a empleadores que no siempre pueden asumirlos.
Sobre el sistema pensional, afirmó que la reforma “quita la posibilidad a los jóvenes trabajadores de construir una alta pensión”, y denunció que el Gobierno busca utilizar recursos del Fondo Público para cubrir gastos del presupuesto nacional.
También abordó la crisis de la vivienda social, la escasez de gas natural, la disminución de la actividad minero-energética, y el crecimiento de la nómina estatal. “El aumento de la nómina del Gobierno en más de 30 mil personas es insostenible. Es un engaño electoral a los nombrados o contratados”, advirtió.
Uribe propuso alternativas como la reducción de la jornada laboral de 48 a 42 horas sin afectar los ingresos, mayor flexibilidad para emprendimientos digitales y un enfoque educativo alternativo para jóvenes con ciclos cortos y oportunidades de empleo.
Concluyó su intervención con una crítica ideológica: “Que la Espada de Bolívar nos recuerde que el Libertador la blandió al servicio de la Libertad. Chávez la distorsionó y la puso al servicio de la dictadura”. Rechazó lo que considera una apropiación del legado de Bolívar por parte del comunismo y convocó a una “lucha democrática y fraterna” hacia las elecciones de 2026.