El exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, envió una segunda carta abierta al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la que plantea graves cuestionamientos sobre su capacidad para gobernar, revelando varios escándalos que, según Leyva, afectan tanto la estabilidad personal de Petro como el futuro del país. El contenido de la misiva, de ocho páginas, fue publicado en su cuenta de Twitter y ha generado una fuerte repercusión política.
En la carta, Leyva continúa el diálogo iniciado en una comunicación anterior, fechada el 22 de abril, y reafirma su preocupación por lo que considera una “grave situación” que afecta al presidente. Leyva afirma que ha tardado en hacer públicas estas observaciones debido a la delicadeza del tema, pero considera que la gravedad de los hechos lo obliga a hablar sin ambages. Cita el concepto de “prudente ocultación de la verdad”, mencionada por el filósofo católico Antonio Millán-Puelles, pero señala que, cuando el bienestar de la nación está en juego, la ocultación ya no es viable.
Una de las principales acusaciones de Leyva es la salud deteriorada de Petro, mencionando un incidente en París en el que, según él, la desaparición del presidente mostró indicios de una adicción que afecta su capacidad para gobernar. Leyva describe este como un “vicio notorio y público”, lo que, según su visión, convierte el problema personal de Petro en una tragedia nacional. El exministro va más allá al señalar que, debido a esta adicción, Petro ha estado tomando decisiones erráticas y ha causado varios incidentes vergonzosos a nivel internacional, como situaciones incómodas durante sus viajes diplomáticos, donde, en varios casos, ha desaparecido o se ha comportado de manera inapropiada.
Uno de los ejemplos que Leyva cita es un incidente ocurrido en Chile, durante una visita oficial de Petro, cuando el presidente decidió no asistir a un evento oficial sin justificación alguna. Leyva también menciona otros incidentes, como la cancelación de su agenda en Davos, la pérdida de contacto con el presidente turco Erdogan y la vergonzosa actitud de Petro durante su visita a Alemania, donde su discurso causó malestar en el gobierno local.
El exministro se muestra particularmente preocupado por las “desapariciones” y los “comportamientos desconcertantes” de Petro, tanto en Colombia como en el exterior, sugiriendo que estos son síntomas de una condición médica grave que lo incapacita para desempeñar su función como jefe de Estado. Leyva asegura que estas actitudes son propias de una persona que padece una enfermedad seria, alimentada por su adicción, y critica que el presidente no haya tomado las medidas necesarias para abordar este problema.
Leyva también critica la retórica incendiaria de Petro, que, según él, ha alimentado la polarización política del país. Menciona declaraciones de Petro en las que califica de “HP” a sus opositores y hace acusaciones graves contra sectores de la sociedad colombiana, incluyendo a la clase política y científica. Leyva considera que estas actitudes demuestran una falta de autoridad moral para gobernar, un concepto conocido como auctoritas, que es esencial para un líder.
En su misiva, Leyva hace un llamado urgente a que Petro reflexione sobre su permanencia en la presidencia. Le sugiere que, dado su estado de salud y las dificultades para gobernar, lo mejor para él y para el país sería buscar una salida digna de su cargo. El exministro aboga por un acuerdo nacional que permita un retiro ordenado de Petro, con las garantías necesarias para su recuperación y la estabilidad del país.
Finalmente, Leyva subraya que el presidente ha perdido la confianza tanto en Colombia como en la comunidad internacional. La crisis de liderazgo, según él, ha afectado gravemente la imagen del país en el exterior y ha mermado la capacidad de Petro para representar a Colombia en la arena internacional.
En resumen, la carta de Álvaro Leyva es un llamado a la reflexión del presidente Gustavo Petro sobre su capacidad para seguir gobernando, a la luz de los escándalos que han marcado su administración y la creciente preocupación por su salud y bienestar. Leyva propone una salida política que permita al país superar la crisis de liderazgo, con un proceso que garantice la estabilidad y el futuro de la nación.