Tras la victoria electoral de Noboa, Petro se sumó al pronunciamiento de Luisa González, la candidata respaldada por Rafael Correa, quien denunció un supuesto fraude electoral en Ecuador, describiéndolo como el mayor fraude de la historia. En un mensaje publicado en su cuenta de X, Petro manifestó de manera tajante: «No puedo reconocer las elecciones en Ecuador».
Sin embargo, a pesar de sus declaraciones previas, el presidente colombiano aceptó la invitación a la ceremonia de posesión de Noboa. Aunque algunos pensaron que Petro no asistiría debido a su postura sobre la legitimidad de los comicios, finalmente optó por viajar a Ecuador.
Hasta este punto, la situación parecía normal. Observadores internacionales habían calificado las elecciones como transparentes y legítimas, lo que probablemente influyó en el cambio de percepción de Petro respecto al nuevo presidente ecuatoriano.
La ceremonia de posesión se desarrolló sin mayores contratiempos, y Petro fue despedido con honores de jefe de Estado en el aeropuerto de Quito. Sin embargo, lo inesperado ocurrió después: en lugar de regresar a Colombia, el avión presidencial se desvió hacia la ciudad costera de Manta. Allí, Petro se alojó en una lujosa villa, donde pasó dos días en lo que se describió como una «agenda privada».
Según medios ecuatorianos, Petro se hospedó en una mansión en la playa de San Marianita, pero los detalles sobre qué ocurrió durante esos dos días en Manta siguen siendo inciertos ¿Qué hizo allí? ¿Con quién se reunió? La falta de información oficial, como ha ocurrido en otros momentos de su gobierno, ha alimentado la especulación sobre la naturaleza de su estancia.
Es aquí donde emerge el nombre de José Adolfo Macías Villamar, alias «Fito», considerado el capo más poderoso de Ecuador, cuya base de operaciones se habría encontrado en esa misma ciudad costera. La situación se complica aún más con la aparición de una carta manuscrita, supuestamente firmada por alias Fito, dirigida a la embajadora de Colombia en Ecuador. En la carta, Fito solicitaba a la diplomática que actuara como garante de su entrega a las autoridades ecuatorianas, y aseguraba poseer información crucial para el gobierno colombiano.
Desde la presidencia, se ha desmentido categóricamente cualquier encuentro entre Gustavo Petro y alias Fito. Incluso se rumoreó que el mandatario podría hacer una alocución desde Francia para aclarar el asunto, pero este fue desmentido por la directora del Dapre, Angie Lizeth Rodríguez. No obstante, el comunicado oficial no hace referencia a los dos días que Petro pasó en Manta.
Medios ecuatorianos sugieren que pudo haber existido una reunión entre Petro y delegados de Fito, e incluso no descartan la posibilidad de que el propio Fito estuviera presente en el encuentro. Otro hecho que genera dudas es la falta de información en la comunicación oficial enviada por el Presidente al Congreso, donde no se menciona su desplazamiento a Manta.
Cabe destacar que alias Fito fue capturado por las autoridades ecuatorianas poco después de la visita de Petro a Manta, lo que ha generado aún más especulaciones sobre una posible coordinación entre las autoridades colombianas y ecuatorianas. Mientras que en Ecuador se ha sostenido que la captura fue el resultado de un operativo de las Fuerzas Armadas, algunos se preguntan si la detención fue, de hecho, una entrega acordada con la mediación de Petro.
Ante tantas interrogantes y coincidencias, la única respuesta que podría despejar todas las dudas sería una simple: ¿Qué hizo realmente Gustavo Petro en Manta durante esos dos días de agenda privada?
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