Las autoridades continúan avanzando en la investigación del atentado perpetrado el pasado 7 de junio contra el senador y precandidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay. Los esfuerzos investigativos han permitido identificar a dos figuras centrales en la planificación y ejecución del ataque: alias El Costeño y alias Gabriela.
Alias El Costeño, señalado como un hombre de 41 años, oriundo del Urabá antioqueño, ha sido identificado a partir de videos, registros telefónicos y testimonios recopilados durante la investigación. Según imágenes obtenidas por Noticias Caracol, fue captado por cámaras de seguridad en compañía de quien aparentemente sería su pareja sentimental, alias Gabriela, coordinando los movimientos con el joven de 14 años que presuntamente ejecutó el ataque.
El Costeño habría actuado como intermediario entre el menor de edad y los autores intelectuales del atentado. De acuerdo con el material visual, fue visto por última vez a las 5:14 p. m. del día del atentado, descendiendo de un vehículo gris, vistiendo tenis rojos, antes de trasladarse al Parque El Golfito, donde ocurrió el ataque minutos después, a las 5:30 p. m.
Una pieza clave en la identificación de El Costeño provino del testimonio de un motociclista, usuario de plataformas digitales, quien transportó al menor hasta la zona del atentado. Durante la carrera, el sicario solicitó realizar el pago a través de un tercero, permitiendo a los investigadores rastrear su identidad. Según los registros judiciales, este individuo cuenta con antecedentes por hurto agravado y porte ilegal de armas, condena que cumplió tras ser dictada en 2011.
Cuando el conductor de dicha moto le pidió el pago, el sicario se vio en la necesidad de llamarla con el fin de que le transfiriera dinero al conductor de la motocicleta. Como no le contestó las llamadas, dijo el conductor de dicha moto, el joven sicario le pidió comunicarse con el celular que pidió el servicio. Finalmente, dijo el conductor de la moto, su pago llegó por $10.000 y tras 23 minutos de espera.
Esta persona que conducía la moto, según el relato que se dio a conocer, se presentó ante las autoridades, dijo que no guardaba relación con los hechos criminales y dio a conocer los números con los cuales se comunicó. La información fue clave para que las autoridades llegaran a la mujer. El referido medio agregó que, antes de ser capturada, Katherine Andrea Martínez Martínez, alias Gabriela, trabajaba en plataformas digitales para adultos.
En paralelo, el 14 de junio se confirmó la detención de Katherine Martínez, alias Gabriela, capturada en Florencia, departamento de Caquetá, adonde habría huido tras los hechos ocurridos en Bogotá. Martínez es considerada una pieza clave dentro de la estructura criminal y sus declaraciones se perfilan como determinantes para establecer la responsabilidad de los autores intelectuales.
De acuerdo con los informes judiciales, alias Gabriela habría contratado y pagado el servicio de transporte en moto para el joven sicario, participación que fue corroborada por el conductor que prestó el servicio. Las autoridades reportaron que, para evadir la acción judicial, la mujer modificó su apariencia teñiendo su cabello y viajó de madrugada hasta Florencia, lugar donde finalmente fue detenida.
Durante las indagaciones también ha sido vinculado Carlos Eduardo Mora González, colombo-venezolano, quien fue captado conduciendo un vehículo Spark gris el día del atentado. Mora ya fue judicializado por su presunta participación en los hechos y su presencia en Florencia, coincidente con la ubicación de alias Gabriela, ha sido objeto de especial seguimiento por parte de los investigadores.
Las autoridades mantienen activos los operativos para lograr la captura de alias El Costeño, considerado uno de los principales articuladores del atentado, mientras avanzan en el proceso para establecer la responsabilidad de quienes habrían ordenado el ataque.
El atentado ocurrió en horas de la tarde el pasado fin de semana durante un acto político en el parque El Golfito, en el barrio Modelia, Bogotá. El senador, de 39 años, permanece en condición crítica en la Fundación Santa Fe de Bogotá, mientras las autoridades trabajan en el esclarecimiento de los hechos.