La Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (ACE) encendió las alarmas frente a una preocupante escasez de insulina en el país. En un comunicado oficial, la entidad advirtió sobre los riesgos que esta situación representa para miles de pacientes con diabetes, quienes dependen de este medicamento vital para mantenerse estables.
El Ministerio de Salud y Protección Social reconoció la crisis y participó el pasado 3 de julio en la Mesa Técnica de Disponibilidad de Insulinas y otros hipoglucemiantes. Allí se discutieron las causas del desabastecimiento, entre ellas dificultades en la producción y distribución, demoras en los pagos que afectan la cadena de suministro, y el escaso interés comercial en productos esenciales como la insulina cristalina humana.
Como respuesta, se acordaron estrategias urgentes para enfrentar el problema: vigilancia activa de inventarios, alertas tempranas ante posibles desabastecimientos y priorización de servicios hospitalarios para los pacientes más vulnerables. También se plantearon medidas de contingencia, elaboración de guías clínicas y alianzas entre EPS, el Ministerio de Salud y actores del sector para garantizar el acceso equitativo a tratamientos indispensables.
La ACE reiteró su compromiso con la excelencia médica y pidió al Estado acciones concretas para evitar que la vida de los pacientes con diabetes siga dependiendo de factores logísticos y financieros.
La escasez de insulina no es solo un problema técnico, es una amenaza directa a la salud pública del país.