El exministro Alejandro Gaviria manifestó preocupaciones sobre la posibilidad de una transición democrática tranquila en Colombia en las elecciones de 2026, planteando dudas sobre la imparcialidad y estabilidad del proceso electoral.
Gaviria advirtió que existen tres razones fundamentales por las cuales no considera que se garantice una transición pacífica en los próximos comicios.
En primer lugar, Gaviria acusó al gobierno de Gustavo Petro de socavar sistemáticamente la confianza en las instituciones electorales, en particular en la Registraduría Nacional del Estado Civil. Según Gaviria, esta actitud parece ser una estrategia deliberada que busca cuestionar la legitimidad del sistema electoral. En su opinión, un verdadero demócrata se caracteriza por aceptar las reglas del juego democrático y por estar dispuesto a reconocer una eventual derrota, algo que, a su parecer, Petro no estaría dispuesto a hacer.
En segundo lugar, el exministro señaló un presunto «hostigamiento presupuestal e ilegal» contra la Registraduría. Este ataque, afirmó, ha sido dirigido especialmente por la Superintendencia de Industria y Comercio, lo que, según él, refleja un intento de debilitar a la entidad responsable de organizar las elecciones y garantizar un conteo rápido y confiable de los votos.
Finalmente, Gaviria advirtió que el gobierno de Petro podría intentar interferir en la contratación de la firma que apoyará el proceso logístico de las elecciones, en particular en el transporte de material electoral y en la ejecución del preconteo. Según el exministro, Petro podría ejercer un «poder de veto» sobre este proceso, lo que podría provocar serios problemas en el desarrollo de los comicios.
«En suma, los indicios son graves», concluyó Gaviria, calificando la situación como un «golpe blando» a la democracia colombiana. Sus declaraciones se suman a las crecientes preocupaciones en ciertos sectores sobre el rumbo de la democracia en Colombia bajo la actual administración.
