En una histórica y solemne ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro, el mundo le dio el último adiós al Papa Francisco. Más de 130 delegaciones oficiales de distintos países, incluidos más de 50 jefes de Estado y 11 monarcas, asistieron al funeral del primer pontífice latinoamericano de la historia, cuyo legado marcó una era para la Iglesia Católica.
Entre los asistentes se destacó la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien estuvo acompañado por la primera dama, Melania Trump. Junto a ellos también asistieron el expresidente Joe Biden y la exprimera dama Jill Biden, en un gesto que evidenció la magnitud global del acontecimiento.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, también participó de la ceremonia y sostuvo un encuentro con el mandatario estadounidense Donald Trump en el interior de la Basílica de San Pedro, en un momento que no pasó desapercibido por la atención internacional.
Líderes europeos como el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, estuvieron presentes en los rituales de despedida del sumo pontífice.
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, encabezó la representación del país anfitrión, junto con otros altos funcionarios. Desde América Latina, el presidente de Argentina, Javier Milei, asistió acompañado por una comitiva oficial encabezada por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. También lo acompañaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el canciller Gerardo Werthein; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; y el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Desde Brasil, uno de los países con mayor número de católicos en el mundo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asistió junto con su esposa Rosângela y una delegación compuesta por miembros del Congreso.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también viajó al Vaticano para asistir a la ceremonia fúnebre, junto a una delegación oficial integrada por la canciller Gabriela Sommerfeld Rosero y el embajador Jorge Edmundo Uribe Pérez, entre otros representantes del Gobierno.
Desde Europa del Este, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, y el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, también estuvieron presentes, así como representantes de la monarquía europea: los reyes de España, Felipe VI y Letizia; los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde; y el príncipe William del Reino Unido, quien asistió en representación de la familia real británica.
La multitudinaria despedida fue reflejo del impacto espiritual, político y social del pontificado de Francisco, un líder que promovió el diálogo, la justicia social y la unidad entre los pueblos.
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