Los príncipes británicos William y Harry dejaron de lado sus diferencias el jueves cuando revelaron una estatua a su difunta madre, la princesa Diana, en lo que habría sido su 60 cumpleaños, y dijeron que esperaban que fuera un monumento duradero a su vida y legado.
Los hermanos, cuya disputa ha sido objeto de un intenso escrutinio de los medios, parecían relajados cuando revelaron la estatua que encargaron en honor a Diana en el Sunken Garden del Palacio de Kensington en el centro de Londres, su antigua casa. Lee mas
La estatua de bronce representa a Diana, que murió en un accidente automovilístico en París en 1997, rodeada de tres niños, que según el Palacio de Kensington representaba “la universalidad y el impacto generacional” de su trabajo.
“Hoy, en lo que habría sido el cumpleaños número 60 de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor”, dijeron los hermanos en un comunicado.
“Todos los días, deseamos que ella todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”.
William y Harry estuvieron acompañados por el hermano de su madre, Charles Spencer, y sus hermanas Sarah McCorquodale y Jane Fellowes para el pequeño evento privado en el Sunken Garden, uno de los lugares favoritos de Diana.
La estatua, de color verde azulado y diseñada por el escultor Ian Rank-Broadley, cuya efigie de la reina Isabel se ha utilizado en monedas británicas y de la Commonwealth, fue encargada por los príncipes en 2017 como tributo a su madre.
La oficina de William dijo que querían que reflejara su impacto positivo en Gran Bretaña y en todo el mundo, y que ayudara a las generaciones futuras a comprender “la importancia de su lugar en la historia”.
Debajo de la estatua hay un pedestal con el nombre de Diana y la fecha de la inauguración, mientras que en el frente hay un adoquín grabado con un extracto inspirado en el poema “La medida de un hombre”.
William tenía 15 años y Harry 12 cuando la limusina que transportaba a su madre y su amante Dodi al-Fayed se estrelló en un túnel en París mientras se alejaba de los fotógrafos que perseguían.
Ambos hermanos han hablado del profundo trauma que causó su muerte y cómo afectó su salud mental durante años. Casi un cuarto de siglo desde el accidente fatal, Diana sigue siendo una figura cautivadora para muchos.
Las imágenes de la ceremonia de inauguración mostraron a William y Harry hablando juntos, sin señales de las filas que han empañado tanto su relación en los últimos años que los hermanos, que alguna vez fueron cercanos, ahora apenas se hablan.
Desde que renunció a sus deberes reales el año pasado, Harry ha lanzado algunos ataques con púas contra su familia y las instituciones reales, incluida una acusación de racismo que él y su esposa Meghan hicieron en una entrevista con la presentadora de un programa de chat estadounidense Oprah Winfrey. Los informes de los medios han dicho que la afirmación enfureció a William.
Los hermanos se vieron por última vez en abril en el funeral de su abuelo, el príncipe Felipe, el esposo de la reina durante más de 70 años, después de lo cual, según los informes, discutieron.
