La tensión entre el expresidente Álvaro Uribe Vélez y el senador del Pacto Histórico Iván Cepeda volvió a escalar tras el debate citado en el Congreso sobre presuntos vínculos de integrantes del Ejército con disidencias de alias Calarcá.
La intervención de Cepeda, en la que mencionó la reciente condena de Santiago Uribe y formuló preguntas sobre su presunta participación en hechos violentos ocurridos en la hacienda La Carolina, generó una respuesta directa del exmandatario, quien lo calificó como “el apóstol de las cárceles”.
Uribe afirmó en una publicación en X que Cepeda ha dado respaldo, según su interpretación, a integrantes de las extintas Farc, y reiteró señalamientos sobre visitas del senador a centros penitenciarios para obtener declaraciones que comprometan a opositores políticos.
Aseguró que esa conducta habría beneficiado a exintegrantes de ese grupo armado y perjudicado a quienes los enfrentaron. En su mensaje también se refirió al pasado del congresista y a su rol como acompañante de figuras de la guerrilla durante momentos de alto impacto público.

La confrontación se produjo luego de un momento de alta tensión en la plenaria del Senado, cuando la senadora Paloma Valencia interrumpió la intervención de Cepeda con una frase que marcó el punto más crítico del debate: “No me vaya a mandar a matar”. La discusión continuó con intercambios sobre las condenas judiciales en contra de Santiago Uribe y sobre las acusaciones históricas entre ambos bloques políticos.
La sesión había sido convocada para revisar supuestas reuniones mencionadas en comunicaciones atribuidas a alias Calarcá, asunto que ha generado un amplio debate público en las últimas semanas. En medio de ese contexto, los señalamientos se extendieron hacia la contienda presidencial del 2026, en la que Cepeda figura como aspirante del sector de izquierda y Uribe continúa como referente de oposición.
En la sesión del Senado del 3 de diciembre, Cepeda reiteró cuestionamientos sobre la condena de Santiago Uribe y preguntó por el conocimiento que habría tenido sobre los hechos investigados en la hacienda La Carolina. Sus intervenciones incluyeron referencias a decisiones judiciales recientes y a debates previos sobre el rol de estructuras paramilitares en la región.
En paralelo a esta discusión, el expresidente intervino en entrevistas recientes para explicar su posición frente a la coyuntura política y el papel del Centro Democrático en las próximas elecciones. Indicó que la colectividad insistirá en que sus aspirantes sean definidos mediante consulta popular en marzo de 2026 y defendió la necesidad de construir acuerdos amplios dentro de la oposición. También criticó la visión política del gobierno y planteó diferencias con las propuestas legislativas del Pacto Histórico.
Uribe se refirió además a la reciente condena de su hermano Santiago Uribe y expresó desacuerdo con la decisión judicial. Sostuvo que la trayectoria de Cepeda en temas de derechos humanos ha tenido efectos adversos para los intereses del partido y cuestionó, en ese contexto, la manera en que se han recaudado declaraciones en investigaciones judiciales pasadas.
El cruce de declaraciones continuó fuera del recinto legislativo. Durante un evento de inscripción de firmas, el abogado Abelardo de la Espriella respondió a los comentarios del expresidente, luego de que este planteara la pregunta de si se estarían buscando testimonios en cárceles para formular señalamientos contra él. De la Espriella sostuvo que ese método ha estado presente en controversias anteriores entre Uribe y Cepeda.
La confrontación entre ambas figuras, que se ha extendido por más de una década, volvió a ocupar un espacio central en el panorama político, marcado por procesos judiciales en curso, la actividad preelectoral y la continuidad de investigaciones relacionadas con grupos armados y responsabilidades individuales.









