El brutal aumento de muertes por COVID-19 en Brasil pronto superará lo peor de una ola récord de enero en los Estados Unidos, pronosticaron los científicos, y las muertes subieron por primera vez a más de 4.000 en un día el martes mientras el brote abruma a los hospitales.
El número total de muertos en Brasil solo se encuentra detrás del brote en Estados Unidos, con casi 337.000 muertos, según datos del Ministerio de Salud, en comparación con más de 555.000 muertos en Estados Unidos.
Pero con el sistema de salud de Brasil en el punto de quiebre, el país podría superar el total de muertes en Estados Unidos, a pesar de tener una población de dos tercios de la de Estados Unidos, dijeron dos expertos a Reuters.
“Es un reactor nuclear que ha desencadenado una reacción en cadena y está fuera de control. Es un Fukushima biológico ”, dijo Miguel Nicolelis, médico brasileño y profesor de la Universidad de Duke, que está siguiendo de cerca el virus.
El martes, el Ministerio de Salud informó otras 4.195 muertes por COVID-19 en las últimas 24 horas, muy por encima del récord anterior de un solo día del país. Brasil ha establecido récords de muertes diarias todas las semanas desde finales de febrero, ya que una variante local más contagiosa y los escasos esfuerzos de distanciamiento social alimentan un brote incontrolado.
Con las vacunaciones masivas reduciendo el brote de Estados Unidos, Brasil se ha convertido en el epicentro de la pandemia, contribuyendo con aproximadamente una de cada cuatro muertes por día a nivel mundial, según un análisis de Reuters.
El presidente Jair Bolsonaro ha rechazado el uso de máscaras y los bloqueos que los expertos en salud pública consideran la mejor manera de disminuir la transmisión del virus.
El país se demoró el año pasado cuando el mundo se apresuró a conseguir vacunas, lo que ralentizó el lanzamiento de un programa nacional de inmunización.
A pesar del reciente aumento, los funcionarios brasileños insisten en que el país pronto puede volver a algo parecido a la normalidad.
“Creemos que probablemente en dos o tres meses Brasil podría volver a la actividad”, dijo el martes el ministro de Economía, Paulo Guedes, durante un evento en línea. “Por supuesto, probablemente la actividad económica sufrirá una caída, pero será mucho, mucho menos que la caída que sufrimos el año pasado … y mucho, mucho más corta”.
Bolsonaro ha respondido a la creciente presión política con una reorganización dramática de media docena de ministerios, colocando a los leales en roles clave antes de lo que podría ser una dura campaña de reelección el próximo año contra su némesis política.
Si bien el presidente ha cambiado su tono sobre las inmunizaciones, promocionando vacunas que había desdeñado recientemente, el ex capitán del ejército de extrema derecha continúa luchando en los tribunales contra las restricciones estatales y municipales a la actividad económica.
Con medidas débiles que no logran combatir el contagio, los casos y muertes de COVID-19 en Brasil se están acumulando más rápido que nunca.
Nicolelis y Christovam Barcellos, investigador del instituto médico brasileño Fiocruz, pronostican por separado que Brasil podría superar a Estados Unidos tanto en muertes generales como en el récord de muertes promedio por día.
Tan pronto como la próxima semana, Brasil podría romper el promedio récord de siete días de muertes por COVID-19 en Estados Unidos, según un modelo del influyente Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington. El promedio estadounidense de muertes diarias alcanzó un máximo de 3285 en enero.
El pronóstico del IHME no se extiende más allá del 1 de julio, cuando proyecta que Brasil podría llegar a 563,000 muertes, en comparación con el total de 609,000 muertes en Estados Unidos que se esperaban para entonces.
