En solo dos días, el ejército ucraniano ha avanzado 30 kilómetros en el frente de batalla retomando el control de las zonas de Jarkov en el norte y de Jersón en sur, haciendo replegar las fuerzas invasoras rusas, las cuales dejan todos sus equipos abandonados ante la llegada de las tropas enemigas.
El presidente ucraniano Volodomir Zelenski en alocución realizada el día martes dijo: «Hoy prosiguió el avanza de nuestro ejército y de todos nuestros defensores, han liberado nuestras localidades en varias regiones». A pesar de las buenas noticias, las zonas están completamente devastadas por la guerra, las perdidas humanas son cuantiosas en ambos bandos. Dice un soldado ucraniano al respecto: «luchamos por nuestro país, por nuestros hijos, para que nuestra gente pueda vivir mejor; pero, el precio a pagar es muy alto».
En su huida el ejercitó ruso deja abandonados a sus propios camaradas y los ucranianos deben hacerse cargo de sus muertos, los cuales son fotografiados y sus imágenes colocadas en un sitio web para que los familiares los puedan identificar y saber en donde quedó enterrado su ser querido.
La corresponsal para la cadena de noticias Deutsche Welle, Emmanuelle Chaze, confirma la gran destrucción de toda la infraestructura de la ciudad, edificio, escuelas y carreteras en escombros, pero también informó sobre el comportamiento de los invasores en la región: «he visto también cámaras de tortura y cárceles para civiles… hemos visto fosas comunes con más de 400 cadáveres con signos de tortura en donde se encontraban hombre, mujeres y niños».
El suicidio de la razón, ese es el real significado de la guerra.
