El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que sostuvo una conversación telefónica con Nicolás Maduro, en un intercambio que ocurrió días atrás y que había sido reportado inicialmente por medios estadounidenses.
El mandatario estadounidense reconoció el contacto durante una conversación informal con periodistas a bordo del Air Force One, donde, ante una pregunta directa, respondió: “No quiero hacer comentarios al respecto. La respuesta es sí”.
La confirmación se produjo después de varios días de versiones que señalaban que ambos mandatarios habían dialogado el 28 de noviembre, fecha en la que, según información divulgada por The New York Times, discutieron la posibilidad de una reunión en territorio estadounidense.
Ese reporte indicaba que en la conversación también se abordó el pedido de amnistía solicitado por Maduro para él, miembros de su círculo cercano y sus familias, varios de los cuales enfrentan sanciones financieras y procesos penales en Estados Unidos.
El cruce telefónico se conoció en medio de un aumento de la presión sobre el gobierno venezolano. El sábado anterior, Trump había publicado un mensaje en su plataforma Truth Social donde planteaba que el espacio aéreo “sobre Venezuela y sus alrededores” debía considerarse “cerrado en su totalidad”.
La advertencia, dirigida a aerolíneas, pilotos y grupos criminales, generó inquietud en Venezuela y abrió nuevas interpretaciones sobre los pasos que podría tomar EE. UU.
Aunque Trump pidió posteriormente “no sacar conclusiones” de ese mensaje, la publicación coincidió con declaraciones suyas sobre eventuales operaciones para detener a presuntos narcotraficantes vinculados al territorio venezolano. Estados Unidos ha insistido en que el gobierno de Maduro cumple un rol en el tráfico ilícito de drogas, señalamiento rechazado por el mandatario.
Las especulaciones sobre un escalamiento de tensiones se intensificaron ante la ausencia de una respuesta oficial detallada por parte del gobierno venezolano. Nicolás Maduro no se pronunció sobre la llamada, y Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, evitó confirmar o desmentir el intercambio, indicando que no era un asunto previsto en la agenda pública.
La conversación telefónica entre Trump y Maduro, y la confirmación posterior, se suman a un escenario marcado por mensajes cruzados y señales contradictorias entre presión militar, advertencias públicas y contactos diplomáticos puntuales. El reporte del diálogo, así como la mención a una posible reunión futura, se instaló como un nuevo factor en las relaciones bilaterales.
